"Los pobres deben ser protagonistas de su propio desarrollo"

"La fuente de riqueza es el ser humano y con tanta gente excluida por causas diversas nos estamos perdiendo de explotar la fuente de la verdadera riqueza que son las personas, y que están al margen de la producción y el comercio".

Así lo expresó en diálogo con EL LIBERAL, el Lic. Gustavo Hasperué, secretario académico del Instituto Acton, quien brindó la conferencia "Asistencialismo y pobreza: haciendo daño a pesar de las buenas intenciones", en el campus de la Universidad Católica de Santiago del Estero.

"Con buenas intenciones y sin querer, se puede hacer daño, y en el terreno de la sociedad y la economía y en la lucha contra la pobreza, suele pasar", resaltó el profesional.

Agregó que "el asistencialismo logra impedir sistemáticamente la generación de otras condiciones, como emprender e integrarse a redes de producción. Debemos procurar que la ayuda y la caridad no lleven a la gente a la dependencia permanente, sino que se deben crear las condiciones suficientes para que sean capaces de generar su propia riqueza y sean protagonistas de su propio desarrollo", resaltó.

La conferencia de Hasperué fue organizada por la Fundación Federalismo y Libertad y el Instituto Acton, con el apoyo de la Fundación Naumann, en el marco de la presentación del documental "Poverty Cure en el Norte Argentino" (La cura contra la pobreza).

Este documental, dividido en episodios, trata sobre la vocación empresarial también para los pobres, donde se abordan los temas de los derechos de propiedad y, como parte de una propuesta integral para afrontar la salida de la pobreza.

"Es necesario abordar la pobreza desde un enfoque distinto, mirando a los mismos como personas que pueden explotar su capacidad creativa innata, y lo que se trata es desarrollar experiencias empresariales creativas y que sean los pobres protagonistas de su propio desarrollo.

Producir el cambio

En relación con las políticas sociales implementadas desde el Gobierno nacional, el especialista planteó: "éste no es un problema de pobres que reciben subsidios o transferencias de recursos de parte del Estado, sino que hablamos de una problemática que está arraigada en buena parte de la población y va más allá de las clases sociales, de que a la gente más pobre no le queda más remedio que vivir del asistencialismo estatal". Ahondó: "Esa idea de que para el desarrollo de los pobres hace falta trasferencias de dinero por la vía gubernamental, ha dominando hace más de 50 años y viene de parte de los organismos internacionales. Un caso específico es el de áfrica, donde se destinaron miles de millones de dólares y los resultados son bastantes pobres", resaltó el profesional, a modo de ejemplo. l