La fiesta de San Esteban movilizó una multitud de devotos en el tradicional santuario de Maco

Cada año, miles de promesantes pueblan los caminos santiagueños para llegar al santuario de San Esteban en la localidad de Maco. Allí, los santiagueños se reúnen para honrar al santo, con bombas, jineteadas y bailes en lo que se denomina la fiesta chica.

Esta tradicional fiesta no sólo convocó a los comprovincianos, sino también a tucumanos y a otros pobladores de provincias cercanas. Con el propósito de cumplir las promesas, tomar gracia y elevar sus intenciones, los devotos de San Esteban soportaron el intenso calor y llegaron a pie, en caballos, en motos y autos.

Una verdadera fiesta se vivió en el santuario, donde se observaron largas filas de peregrinos para tomar gracia. Con cintas y velas rojas y amarillas, colores que distinguen al santo, mujeres, hombres y niños participan de la fiesta, muchos ataviados con capas y pañuelos de los mismos colores.

Hasta pasada la medianoche, se reunieron los devotos sin ningún tipo de incidentes, según comentó la Policía de la provincia.

Asimimso, se informó que este año no se permitió que los fieles ingresen con bebidas alcohólicas ni que se realicen fiestas bailables.

En Maco, cada 20 de diciembre se congregan miles de fieles que llegan con bombas y otros elementos pirotécnicos que se entremezclan con el grito de los jinetes que alientan a sus caballos a continuar con las vivas y "pechadas".

Conmovedor

Entre los fieles que ayer llegaron a Maco estuvo una mujer que tiene parte de su brazo izquierdo amputado. Ese estado no le impidió que llegara de rodillas hasta el santo y su historia conmovió a quienes la vieron peregrinar.

En el medio del camino de tierra, acompañada por sus familiares, esta mujer llegó al santuario con mucho esfuerzo y con la fe inquebrantable, que dejó admirados a los demás peregrinos.

Devoción

El próximo lunes 26 se realizará su fiesta solemne en la localidad de Sumamao, departamento Silípica. En este lugar se realizarán los actos centrales, que se caracterizan por las tradicionales vivas a caballo, la carrera de los indios y la particular procesión que se realiza entre los arcos cargados de golosinas, rosquillas y otras confituras.

A Sumamao también llegan promesantes de todos lados, quienes ofrecen sacrificios a su patrono como caminar por los agrestes caminos.

A San Esteban se le llama "protomártir" porque fue el primer mártir de toda la historia católica. Era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.