La historia de Camila, la joven termense que logró recuperar sus manos La historia de Camila, la joven termense que logró recuperar sus manos
LAS TERMAS, Río Hondo (c) Una historia de vida de superación le tocó afrontar a Camila Cajal, que cuando tenía menos de 2 años por una travesura se quemó sus dos manitos que obligaron a los cirujanos a amputarle los diez dedos. Hoy la vida le sonríe y puede contar con una prótesis que le entregaron el pasado 4 de mayo. Desde entonces está aprendiendo a vivir con sus manos artificiales.
EL LIBERAL recorrió 26 kilómetros que separan Las Termas de la localidad de Pozuelos en el interior del departamento Río Hondo. En una humilde vivienda, la familia de Camila contó cómo vivieron estos 15 años, en los que tuvieron que sortear distintas clases de escollos. Pero con la unión familiar, el acompañamiento de amigos, la ayuda del Estado y de profesionales médicos pudieron salir adelante.
Camila es una joven que a pesar de las dificultades se desenvuelve con normalidad en su vida cotidiana. En su casa realiza las tareas más comunes, en la escuela primaria y ahora en la etapa de la secundaria fue y es una alumna sobresaliente que se maneja a la perfección a pesar de sus dos manos amputadas. Tiene muchos amigos y es contenida por su entorno familiar y sus compañeros del Instituto San Cayetano.
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Con el rostro cansado por las luchas que lleva, pero también con la felicidad de que su hija salga adelante, doña Sixta Vera expresó: "Recuerdo ese 26 de septiembre del 2002 cuando Camila estaba jugando y en una travesura tocó con sus manos la ceniza de un fuego de la basura que habíamos quemado en un costado de la casa. Cuando la vi pensé lo peor, sus manitos estaban quemadas, muy rojas, en ese momento la llevé urgente a Las Termas y la trasladaron al Hospital de Niños de Santiago, donde le hicieron todos los estudios y el 14 de octubre del mismo año le realizaron la amputación de los 10 deditos. Más adelante con la ayuda de la profesora Silvia Piva pudimos conseguir un turno en el hospital Garraham donde le realizaron la cirugía de las pinzas que le dan la facilidad para poder manipular".
Sixta agradeció a la Fundación Hamburgo porque sostuvo: "Siempre estuvo dándonos una mano con los pasajes para viajar a Buenos Aires y que lo hicimos hasta los 9 años, también al Ministerio de Salud que al poco tiempo de las primeras cirugías nos ayudó con los trámites para otorgarle la pensión a Camila".
"Desde que tiene 12 años la atiende el traumatólogo Claudio Brahim, un santiagueño que tiene su consultorio en Tucumán y quien fue el artífice de la prótesis que le permite a mi hija tener sus manos. En febrero del año pasado el Dr. Brahim le realizó una cirugía que consistió en el estiramiento del muñón y corregir las manos en un instituto de Santiago, gracias a un subsidio que nos dio la gobernadora, la Dra. Claudia de Zamora , que gestionó un amigo de Pozuelos, Héctor Lizárraga. Quiero destacar el gesto del Dr. Brahim que está en contacto con nosotros en forma permanente y no nos cobra la consulta que realizamos todos los meses", añadió la mamá de Camila.