Ebrio y "empastillado", arrastró por la vereda a su propia concubina Ebrio y "empastillado", arrastró por la vereda a su propia concubina
Un ex presidiario por homicidio retornó a su viejo amor, las rejas. Acaba de ser apresado por apalear a su esposa, en medio de un escándalo sazonado con alcohol y tranquilizantes.
Según la causa de la fiscal Cecilia Gómez Castañeda, el individuo, de apellido Pérez, está (o estaba) en pareja con una joven (Aranda), con quien tiene un hijo, pero sin convivir.
El 17 de abril, Pérez irrumpió en la casa de Aranda (Avda. Colón, del B° Primera Junta). Ebrio, la tomó a trompadas y patadas y mandó al hospital. El médico de Sanidad diagnóstico 15 días de curación.
La policía fue a buscarlo, pero Pérez huyó.
Escándalo II
Lejos de sosegarse, el 11 de junio se presentó de nuevo. Para entonces, Aranda ya se había curado y sobrevolaba una tenue reconciliación en la pareja.
Fiel a su "estirpe", Pérez se excedió con las copas al brindar con el cuñado y "espantó" a la sobriedad.
Desaforado, atacó a trompadas a Aranda. La tomó del cabello y la arrastró de punta a punta en la vereda. De nuevo, la estación obligada de Aranda fue Urgencias del Hospital Regional, con 20 días de reposo.
Otra vez, sus "desventuras maritales" recalaron en la fiscal Gómez Castañeda.
La funcionaria ordenó la aprehensión de Pérez, quien en horas fue alojado en un organismo de seguridad, se supo. Ayer, la jueza de Género, Norma Elizabeth Morán, convirtió la aprehensión en detención y fijó el encierro de Pérez por 15 días. Erosionará su pretendida excarcelación una dura condena, una "mancha" negra para su prontuario.
