Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

Dios nos transforma

05/08/2017 22:16 Padre Koffi Gilbert
Escuchar:

Dios nos transforma Dios nos transforma

Hoy hablaremos de un tema relacionado al Evangelio del domingo que habla de la transfiguración del Señor. Sabemos que no hay transfiguración sino transformación. Queremos hablar de la transformación, que es muy importante. Cuando hay un encuentro con Cristo hay un cambio, una transformación.

Decían que Dios es el que transforma. Por eso hoy, mirando todo lo que ha pasado, Jesús no quiere quedar como sus discípulos, y por eso irá a un lugar tranquilo para elevarse y encontrar a Dios y dejar a esa Dios mostrar su grandeza y todo lo que el ser humano todavía no ha visto, para vivir mejor.

¿Qué queremos que Dios haga para nosotros hoy? Cristo quiere tener testigo y dar posibilidad a todos de transformarse y transformar la vida.

La elevación o el hecho de subir sobre la montaña es para nosotros un símbolo que todos debemos experimentar para entrar en ese espíritu y subir a la montaña. Ir al encuentro con Dios.

Es muy importante que hoy, cuando entramos en la iglesia sintamos que estamos subiendo a la montaña, para un encuentro con Dios.

Cuántas veces nos cuesta subir, por ejemplo, a la montaña. Se necesita un compromiso, un esfuerzo, un sacrificio. Llegando a la montaña se encuentra el silencio, el encuentro con Dios.

¿Para qué encontrarnos con Dios? No únicamente como turistas sino para vivir. Cuando entramos a la iglesia no vamos de paseo o simplemente a tocar al santo, sino a hacer un encuentro con Dios, para elevarnos un momento y encontrarnos con él. Eso es lo importante.

¿Para qué transformarnos? ¿Qué quiere decir “transformarse”? Transformarse no es algo que el sujeto hace, sino que es hecho en él. O sea, en ese pasaje el Señor nos está llamando a exponernos, a que él haga algo en nosotros para cambiarnos. El Señor no nos está llamando a hacer algo, sino a buscar que se haga algo en nosotros.

Dios obra y actúa en nosotros.

Los hijos de Dios no cambiamos por causas que hacemos. Sino por la forma en la que humildemente nos exponemos a la obra transformadora de Dios en nuestra vida. La renovación de nuestra mente es una obra del Espíritu Santo.

La carta 13-5: “Una obra que él hace conforme dignamente nos exponemos a la verdad de su palabra”. Entonces, podemos renovarnos a dejarnos llegar la gracia de Dios. Cuántas veces, cuando hablamos de iluminación, de transformación pensamos que nosotros vamos a hacer algo. Sin embargo vamos a recibir la renovación por Dios que obra por nosotros.

A veces pensamos que debemos hacer muchos sacrificios para renovarnos, pero Dios nos transforma siempre, gratuitamente.

Aunque la renovación de nuestra mente es una obra que sólo el Espíritu Santo puede hacer en nosotros, la Biblia claramente enseña que tú y yo participamos en nuestro proceso de santificación o de transformación a imagen de Jesús (1 Tim. 4:7).

Hoy, cuando miramos nuestra iglesia, nos alegramos de todo lo que tenemos para renovarnos. No hay necesidad de buscar muchas cosas; hay que dejar la gracia de Dios obrar. Dejar a Dios actuar y dejarnos también subir para que podamos dar testimonio de lo que hemos visto, hemos vivido y de lo que debemos hacer.

Hoy es una invitación para todos nosotros como iglesia, a no quedarnos abajo, hay que subir, elevarse y necesitamos oraciones para mostrar y mirar lo que debemos hacer.

Como decía el canto de Marcos Witt: “Señor después de haberte alabado, queremos entrar a tu lugar santísimo, queremos contemplar tu rostro Señor, habitar en tu presencia, purifícanos Señor, límpianos, renuévanos. Renuévame Señor Jesús, ya no quiero ser igual. Renuévame Señor Jesús, pon en mí tu corazón”.

“Porque todo lo que hay dentro de mí, necesita ser cambiado Señor. Porque todo lo que hay dentro de mi corazón, necesita más de ti”. Todos necesitamos esa renovación.

Bajando podemos dar testimonio. Todos los domingos subimos a la montaña a hacer encuentro con el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Con Cristo Glorioso o Cristo Resucitado podemos dar testimonio.

Que Cristo nos ayude a que a través de nuestras acciones y manías podamos dar testimonio de una transfiguración y de una renovación e iluminación.

Que nuestra Madre, que ha aceptado vivir esa experiencia, nos ayude a que podamos ser testigo de ese Dios Glorioso que ha vencido al mundo.

Que todo lo que hagamos lo hagamos por la gloria de Dios y que podamos transfigurar a nuestros hermanos que todavía no conocen al Dios Glorioso.

Amén.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy