Trastorno facticio: cuando la enfermedad física y mental es una simulación Trastorno facticio: cuando la enfermedad física y mental es una simulación
Tratamiento
Lo que se persigue al tratar el Trastorno
Facticio, es alterar la conducta del paciente
y descartar o disminuir la inadecuada
utilización de los recursos médicos
y posicionamientos neuropsicológicos
que sigan potenciando el trastorno al paciente.
Una vez logrado esto, lo siguiente
es hallar la causa neuropsicológica de este
comportamiento.La psicoterapia hecha
por un especialista neuropsicólogo, es
el proceso por excelencia utilizando la terapia
Cognitivo Conductual que es la más
adecuada, ya que funciona sobre la conducta
y el pensamiento del individuo. Asimismo,
se recomienda la Terapia Familiar
y la administración de antidepresivos
y ansiolíticos, en casos más complicados y
complejos.
Algunos especialistas optan por programar
entrevistas en sesiones frecuentes,
tanto con médicos generales como
con neuropsicólogos, para intentar disminuir
esa falta de atención que los lleva
a inventar síntomas inexistentes. Con
una buena estrategia, tanto el Síndrome
de Münchausen como el Trastorno Facticio,
pueden controlarse y curarse desde
una perspectiva de una intervención
integral médica conjuntamente con un
especialista neuropsicólogo.Lo importante
es lograr que el paciente acepte su
problema y acceda a aplicar las terapias
sugeridas. Hacerlo es vital para prevenir
otros trastornos neuropsicológicos y
evitar el rechazo de las personas a nivel
social, ya que su comportamiento no es
bien visto, especialmente cuando se empieza
a sospechar de la veracidad de los
síntomas expuestos.
Otras
características
asociadas
Los individuos con Trastorno Facticio
impuesto a uno mismo o a otra persona
presentan alto riesgo de experimentar un
gran sufrimiento neuropsicológico o deterioro
funcional por los daños causados a sí
mismos y a los demás.
Las personas cercanas al paciente como
los familiares, los amigos y los profesionales
de la salud se ven también a veces
afectados por su comportamiento.
Existen similitudes claras entre los
Trastornos Facticios y otros trastornos en
cuanto a la persistencia de la conducta y
a los esfuerzos intencionados para ocultar
el Trastorno de Conducta a través del
autoengaño. Hablamos de los Trastornos
por Uso de Sustancias, los Trastornos de
la Conducta Alimentaria, los Trastornos
del Control de Impulsos, la Pedofilia, los-
Trastornos de Personalidad.
La relación de estos trastornos con los
Trastornos de Personalidad es especialmente
compleja debido a aspecto como:
estilo de vida caótico; relaciones interpersonales
alteradas; crisis de identidad; abuso
de sustancias; las automutilaciones y
las tácticas manipuladoras. A veces presentan
también rasgos histriónicos debido
a su necesidad de atención y dramatismo.
Aunque algunos Trastornos Facticios
podrían representar un comportamiento
criminal, el comportamiento criminal y
la enfermedad mental no son mutuamente
excluyentes. El diagnóstico de Trastorno
Facticio hace hincapié en la identificación
objetiva de la simulación de signos y
síntomas de enfermedad, en lugar de inferir
sobre la intención o la posible motivación
subyacente.