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EL LIBERAL . El Evangelio

Evangelio según San Lucas 18,1-8.

17/11/2017 22:24 El Evangelio
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Evangelio según San Lucas 18,1-8. Evangelio según San Lucas 18,1-8.

Jesús enseñó con una

parábola que era necesario

orar siempre sin desanimarse:

“En una ciudad había

un juez que no temía a

Dios ni le importaban los

hombres;

y en la misma ciudad

vivía una viuda que recurría

a él, diciéndole: “Te

ruego que me hagas justicia

contra mi adversario”.

Durante mucho tiempo

el juez se negó, pero

después dijo: “Yo no temo

a Dios ni me importan los

hombres, pero como esta

viuda me molesta, le haré

justicia para que no venga

continuamente a fastidiarme’”.

Y el Señor dijo: “Oigan lo

que dijo este juez injusto.

Y Dios, ¿no hará justicia

a sus elegidos, que

claman a él día y noche,

aunque los haga esperar?

Les aseguro que en un

abrir y cerrar de ojos les

hará justicia. Pero cuando

venga el Hijo del hombre,

¿encontrará fe sobre

la tierra?”.

Comentario

Orar sin desanimarse.

Buen consejo, en estos

tiempos de inmediatez en

los que vivimos.

Lo queremos todo, y lo

queremos ya. Jesús quiere

que recemos siempre y no

perdamos el ánimo, la ilusión.

Nuestra persistencia

en la plegaria no cambia los

planes de Dios, por supuesto,

pero prepara nuestro

corazón para incrementar

nuestro deseo de Dios.

Cuando sintamos que

Dios no nos responde como

queremos, que sepamos

renovar nuestra confianza.

Que, en las decisiones

importantes de la

vida, en los momentos difíciles,

sepamos orar sin

desfallecer.

Como Jesús, que oremos

para ser fieles al proyecto

de Dios para con nosotros.

Jesús nos dice que tenemos

que cansar a Dios

con nuestra oración.

Que probemos nuestra

confianza en él con nuestra

plegaria sin fin. Por eso

necesitamos una fe muy

viva, muy grande, pensando

que nos va a conceder

lo que le pedimos. Por eso,

la pregunta final de Jesús:

“encontrará esta fe en la

tierra?” ¿Tenemos nosotros

esa fe? ¿Puede nuestra

fe iluminar la oscuridad

del mundo en que habitamos?

¿Podemos transmitir

nuestra fe a los demás?

Ojalá que sí. Sin fe, es imposible.

Sin fe, no entendemos la

maldad que hay en el mundo,

la injusticia y las dificultades.

Que recordemos la oración

de Jesús, en los buenos momentos,

y en Getsemaní o en

la cruz. Que seamos fiel como

Cristo.

En la oración presentamos

a Dios nuestro verdadero

ser, nos mostramos

como somos: agradecidos,

cansados, tristes,

alegres, enfadados. Que la

oración confiada nos ayude

a trabajar por la justicia

en todas las situaciones

que vivamos.

Empezábamos la semana

pidiendo que el Señor

aumentara nuestra fe.

Es una buena manera

de terminarla recordar

eso mismo, pedirle al Dios

bueno que nos aumente la

fe, para que crezca y nos

ayude a superar todas las

encrucijadas de nuestra

vida.

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