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EL LIBERAL . Santiago

Soberanía nacional

21/11/2017 00:00 Santiago
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El 20 de noviembre se conmemoró el Día de la Soberanía Nacional, instituido en recordación de la batalla de la Vuelta de Obligado, librada en el río Paraná en 1845, donde los argentinos ejercitamos el derecho de defender nuestro territorio, en uno de los episodios más heroicos de nuestra Organización Nacional.

Hay triunfos que denigran y derrotas que enaltecen. Nuestra defensa, al frente del Gral. Lucio Mansilla, fue aniquilada por las fuerzas de la intervención extranjera (ingleses y franceces), con franca superioridad de hombres y tecnología armamentista, pero el patriotismo y coraje criollo puesto en la contienda inspiraron a nuestro Padre de la Patria, quien le escribió a Rosas diciéndole: "Los interventores habrán visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca. Esta contienda es, en mi opinión, de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España".

…¿Y qué hacían aquí las fuerzas armadas inglesas y francesas, tan lejos de sus respectivos países? Siempre que el ejército de un imperio opera lejos de su asiento natural e interviene en los asuntos internos de un país, existen pretensiones económicas o apetitos territoriales que se disfrazan de justificativos humanitarios.

Y Juan Manuel de Rosas no fue la excepción. Al imponer la Ley de Aduanas atacó al libre cambio impuesto por Inglaterra en 1809, aunque haya protegido las manufacturas artesanales argentinas. La ley de Aduanas consolidaba la Unidad Nacional, ya que prosperaban los tejidos de Córdoba y Catamarca, el azúcar de Tucumán, los alcoholes de Cuyo, el tabaco y aguardientes del Norte y, fundamentalmente, disminuían los recelos de las provincias hacia el "puerto".

Esta ley y la transformación del Banco Nacional, ejercicio pleno de soberanía nacional, golpearon fuerte los intereses comerciales ingleses, a la vez que lo posicionaba a Rosas, ante los ojos extranjeros, como el conductor nato para reinstaurar la unión efectiva de toda la América española. Un heredero natural de las ideas de Bolívar, San Martín, Artigas, Belgrano, de consolidar los Estados Unidos de Sudamérica no convenía a Inglaterra y sus amigos.

Estaba presente el interés económico, para la intervención armada tan sólo faltaba el justificativo humanitario. ¡A buscarlo entonces!

La Casa Lafone, concesionaria inglesa de la Aduana de Montevideo, le encargó al periodista cordobés José Rivera Indarte, exiliado unitario, que escriba un libro detallando las muertes adjudicadas a Rosas. En "Las Tablas de Sangre" juntó 480 cadáveres que la Casa Lafone pagó un penique por muerto mencionado. Este libro, o como quiera llamársele, más la gestión del doctor Florencio Varela, en Londres, que imploró la presencia británica "para liberar la navegación de los ríos" y crear la República de la Mesopotamia para comerciar libremente con Inglaterra, aportaban todos los ingredientes para que Francia e Inglaterra, en franco entendimiento, se presentaran en el Estuario del Plata con diez barcos, cuatro de ellos a vapor, cientos trece cañones de último diseño y soldadesca, con el "humanitario" designio de considerarse paladines de la civilización.

La barbarie eligió para la defensa La Vuelta de Obligado, recodo del río Paraná, donde es difícil remontarlo con velamen. Además, se lo atravesó con tres líneas de gruesas cadenas fijadas a lanchones y barcazas, en una manera simbólica más que efectiva, de representar que la llave de navegación de los ríos interiores era argentina.

Treinta y cinco cañones, dos mil quinientos patriotas y muchísimo coraje y heroísmo es lo que opuso Lucio Mansilla… Pero no alcanzaron… El intenso cañoneo con el novísimo obús PAD (HON, antecesor de la famosa bomba BELLUGA usada en Las Malvinas en 1982), diezmó nuestras filas. Sobró coraje… faltaron medios…

Hay derrotas que enaltecen. Los intervencionistas ganaron esa batalla, pero demostramos que éramos soberanos. Después de Obligado ni un solo barco extranjero se atrevió a remontar los ríos.

Hay derrotas que enaltecen. En el siglo XIX la Batalla de Obligado. En el siglo XX la gesta de Malvinas. En ambos ejercimos nuestra Soberanía Nacional. Por ello, este 20 de noviembre hice un espacio en mi actividad mental y rendí en intimidad, un especial homenaje a los guerreros de la soberanía:

A los de Obligado: que cerraron con cadenas el Paraná…

A los de Malvinas, que volando con sus Hércules C-130 a cuatro metros del mar, salpicados y a veces cegados por las olas, unieron las islas y el continente con cadenas más fuertes que las del acero, las cadenas de la convicción.

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