El lamento sin fin: cuando no se toma conciencia del valor de la vida El lamento sin fin: cuando no se toma conciencia del valor de la vida
La problemática de los accidentes de
tránsito en nuestra provincia, a pesar
de los esfuerzos oficiales, continúa vigente.
Todos los meses debemos lamentar
víctimas fatales.
Pero lo que es menos
visible es lo que pasa con aquellas personas
que protagonizan un siniestro y que deben
afrontar una situación altamente traumática
por las secuelas, como pérdida de miembros,
todo tipo de fracturas, desfiguración facial y un
deterioro general del organismo que los lleva a
una muerte lenta o a la invalidez.
Y es aquí donde aparece uno de los problemas
más críticos tanto para la salud pública como
para el entorno familiar y social de la víctima.
Determinar los costos que los accidentes
del tránsito demandan, no resulta una tarea
sencilla.
Muchos de los valores a considerar
no pueden obtener una ponderación precisa
en función de la gran dispersidad de criterios
a la hora de fijarlos en los casos concretos.
Rubros
tales como, “lucro cesante” y “daño moral”
por la pérdida de vida o, las disminuciones
de las capacidades físicas o psíquicas de los lesionados,
ostentan valores totalmente dispares
(a similar perjuicio) en las jurisdicciones del país
resultando imposible, literalmente hablando, el
determinar valores promedio, según publicaciones
especializadas.
Las metodologías internacionales probadas
para una matriz de costos básicos sociales derivados
de los accidentes graves del tránsito,
incluyen factor humano, factor vehículo, factor
ambiente, costos de salud pública, costos legales,
entre otros.
La Argentina es uno de los países con mayor
incidencia de mortalidad producida por accidentes
de tránsito. Más de 120.000 personas
sufren heridas cada año y más de 7.000 mueren.
La incidencia de los accidentes de tránsito
y laborales, así como la ausencia de estudios
epidemiológicos sistemáticos, son los responsables
de que no se reconozca en su verdadera
dimensión el grave problema que representa el
traumatismo para la salud pública.
En esta edición de PDV analizamos esta
problemática con los doctores Carlos Scaglione
(traumatólogo) y Sergio González Caruso (cirujano
plástico), y Graciela Gramajo, referente de
la Fundación “Martín Gramajo” que brinda contención
a familiares de víctimas de accidentes
de tránsito y trabaja en la prevención de accidentes.
Las consecuencias impensadas de los accidentes
de tránsito es una temática que tiene
muchas aristas para analizar. Cada uno de
los invitados desde su posición, dejaron conceptos
y experiencias muy duras, con el anhelo
de que sirvan para que se genere mayor
consciencia y responsabilidad en quienes conducen
un vehículo en la vía pública, especialmente
los motociclistas.
“Al momento de subirse al vehículo, se debe
decidir a dónde se quiere llegar, si al trabajo,
al colegio o a la reunión de amigos, o a la sala
de urgencias de un hospital, o a un cementerio”,
dejó como mensaje el doctor González Carusso.