Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Una voz que grita en el desierto

09/12/2017 23:13 El Evangelio
Escuchar:

Una voz que grita en el desierto Una voz que grita en el desierto

Marcos comienza su evangelio de un modo diferente al resto: no lo hizo con relatos sobre la infancia de Jesús o con un prólogo. Presenta el rol del Bautista en la historia de Jesús, el Salvador. Incluye la actividad del Bautista como parte del evangelio (su comienzo) en una visión de la historia de la salvación que se remonta a Dios desde una mirada retrospectiva. El evangelio apunta a la proclamación cuyo contenido y sujeto es Jesucristo.

La cita introductoria que combina Mal 3,1 con Ex 23,20 nos da a entender que los acontecimientos del éxodo volverán a repetirse al final de los tiempos y al vincularla al Jesús terreno nos señala que el retorno del Hijo del Hombre Jesús se encontraba en su punto de mira.

En Juan se cumple la profecía de Malaquías según la cual vendrá un mensajero delante del Mesías; y del profeta Isaías que expresa la misión del precursor “preparar el camino de aquel que ha de venir”.

La actividad de Juan fue la de preparar el camino, mediante el llamado a la conversión, ante la llegada inminente de los tiempos escatológicos. El apodo de “Bautista” se debe a que su actividad principal era el bautismo subordinado al inminente juicio final cuya recepción era la manifestación pública de disposición penitencial y de conversión. En él se presuponía que la pertenencia al pueblo de Israel no era suficiente para alcanzar la salvación. El bautismo era el sello del perdón que el bautizado recibía por su conversión.

La predicación del Bautista presenta a Jesús como el fuerte y contrapone el bautismo del agua al del Espíritu. El bautismo de Jesús nos comunica el Espíritu, que da la vida.

Conclusión

Volver al desierto, para escuchar el llamado a la conversión, es quizás lo más importante para la cristianos hoy. Dios habla en el desierto, allí no hay distracciones, la mirada y el corazón están puestos en él. En la escucha del llamado a la conversión comienza el camino de seguimiento de Jesús. Es necesario preparar el camino, no sólo personal, sino como pueblo de Dios, como Nación. Un pueblo libre, en actitud caminante, como Israel en el desierto, buscando ser fiel al llamado de Dios, preparando la venida de su Reino. ¿Qué Nación estamos construyendo? ¿Cuáles son nuestras opciones de vida? ¿Qué valores vivimos y promovemos? Los argentinos necesitamos una profunda conversión. Volver al desierto para escuchar la voz de Dios. ¿A caso no necesitamos refundar la patria? Volver a encontrar el rumbo que señalaron nuestros próceres. Una patria soberana, igualitaria, donde la justicia brille como un farol que guíe la vida de los pueblos, donde el trabajo nos ayude a recuperar la dignidad, donde la educación nos haga ciudadanos comprometidos con el bien común, donde los niños y jóvenes encuentren modelos a imitar y sean protagonistas de un futuro alentador. No debemos renunciar a este ideal, vayamos al desierto a escuchar la voz de Dios.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy