Uno de los efectivos que recibía "favores" pasó a disponibilidad

Los cinco efectivos policiales que son investigados por la supuesta comisión de los delitos de "cohecho y violación de los deberes de funcionario público", podrían ver seriamente comprometido su futuro inmediato.

Los uniformados quedaron en el ojo de la tormenta tras las evidencias que llegaron a la Unidad Fiscal de Capital que se ponen al descubierto que los policías recibían "favores" y "regalos" de presos para que éstos tengan un trato preferencial.

Las fuentes consultadas deslizaron que después de que el caso saliera a la luz en la edición del 23 del corriente de EL LIBERAL, la causa quedó en manos de la fiscal érika Leguizamón, quien dispuso una serie de medidas para tratar de establecer cómo sucedieron los hechos.

Pese al hermetismo en torno al caso, las mismas fuentes deslizaron que se tomaron testimonios a varios de los protagonistas que son nombrados en la gran cantidad de grabaciones de conversaciones que fueron registradas por los investigadores.

Justamente habrían sido esos testimonios los que comprometieron a los funcionarios policiales, y en especial a uno de ellos, confiaron las fuentes.

Paralelamente, la Fuerza estaría llevando adelante el sumario administrativo correspondiente y al menos uno de ellos, ya habría sido puesto en disponibilidad, es decir que fue separado de sus funciones. Se presume que los otros cuatro correrían la misma suerte.

Cabe recordar que un sargento, un oficial ayudante, dos agentes y un cabo, están envueltos en un escándalo. Al menos 83 CDs contienen grabaciones de conversaciones telefónicas en las que quedaría en evidencia que ofrecían ‘privilegios’ a presos -llamadas telefónicas desde sus propios celulares, visitas en horarios no permitidos, entre otros- a cambio de "regalos" o incluso "favores sexuales" con una familiar (una menor) de uno de los detenidos.