Depresión posparto: los cambios físicos y emocionales que provoca (1ª parte) Depresión posparto: los cambios físicos y emocionales que provoca (1ª parte)
El puerperio es para la mujer una etapa de grandes cambios a nivel físico y emocional, en la que se enfrenta a una situación totalmente desconocida y que puede generar síntomas depresivos. La capacidad de adaptación varía en función de las características personales y del entorno familiar o social. Aunque en teoría debería ser un período feliz, lo cierto es que el 80% de las mujeres que acaban de ser madres experimentan sentimientos de tristeza o desánimo después del parto. Es una reacción emocional que comienza entre unos días o semanas después del parto y que no suele alargarse más de dos semanas. En cambio, la depresión clínica en el puerperio, conocida como depresión posparto, se manifiesta entre un 10% y 15% de los casos y precisa un diagnóstico acertado y un tratamiento adecuado con un especialista neuropsicólogo y médico neonatólogo para evitar que afecte al desarrollo del bebé, a la relación que se establece entre la madre y el hijo o al entorno familiar en general.
CAUSAS
La depresión posparto puede presentarse por las siguientes causas: ? Vulnerabilidad individual, aumentada por la propia biografía afectiva, traumas previos, personalidad, antecedentes de trastorno psicopatológico. ? Complicaciones del embarazo, parto traumático, cesárea, falta de atención obstétrica adecuada, enfermedad del bebé, dificultades con la lactancia materna. ? Falta de apoyo familiar o social Hay que tener, desde luego, muy en cuenta las problemáticas de salud de la madre o el hijo y otras circunstancias negativas de la vida en ese período tan sensible, como falta de recursos económicos, pérdidas familiares, separación, maltrato o conflicto de pareja, etc. Los profesionales de la psicología perinatal, desde la AEPP (Asociación de Especialistas en Psicología Perinatal) consideran que es muy importante tener en cuenta estos factores para activar la prevención y la atención en este período tan importante de la vida de una mujer, así como poder realizar valoraciones ajustadas y poner en marcha elementos protectores en la familia. Las visitas de control del posparto de los centros de salud consideran también los aspectos emocionales de la mujer que acaba de ser madre. Los exploran y pueden derivar a las mujeres que manifiesten estar viviendo dificultades a realizar una psicoterapia junto a su neuropsicólogo de cabecera. Así, en los centros de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (Assir), se evalúa el sufrimiento de la madre entre las seis y ocho semanas del posparto mediante una escala específica (la EPDS, Edinburgh Postnatal Depression Scale). Cuando la puntuación es significativa, explica, se considera que la mujer está en riesgo de sufrir una depresión posparto y se deriva a una atención neuropsicológica. Y, aquí, se entiende que el neuropsicólogo debe completar el diagnóstico mediante la entrevista clínica para valorar el nivel de gravedad de los síntomas depresivos en cada madre en particular. También desde la Asociación Argentina de Psicología Perinatal nos recuerdan la importancia de un buen diagnóstico en manos de profesionales de la salud mental: neuropsicólogos o médicos especializados en obstetricia.
SíNTOMAS
Los síntomas de la depresión posparto
pueden variar de una mujer a otra. No todas
las mujeres sufren todos los síntomas y
en igual intensidad. Sin embargo, los más
habituales son los siguientes:
? Dificultad para dormir.
? Llanto o tristeza.
? Enfado, mal humor e irritabilidad.
? Pérdida de interés en actividades
que antes se realizaban con agrado.
? Dificultad de concentración.
? Cambio en el apetito.
? Ansiedad y preocupación.
? Dolor de cabeza, estómago, espalda
o musculares.
? Sentimientos negativos; tristeza,
sentirse sin esperanzas y con sentimiento
de culpa excesiva.
? Cansancio y fatiga.
Cada puerperio es único, y algunas
madres viven en diverso grado
síntomas de angustia, tristeza, miedo,
preocupaciones.
En circunstancias en las que demuestran
sus preocupaciones por
características personales o bien por
situaciones excepcionales o traumáticas
se desborda la capacidad de
adaptación de la madre y es entonces
cuando nos encontramos con alguna
psicopatología, que ésta situación
seguramente será
evaluada por su neuropsicólogo
de cabecera
y su médico
clínico quien sigue
su situación
del posparto.