Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

Gracias mamá por darme la vida

17/03/2018 21:38 Padre Koffi Gilbert
Escuchar:

Gracias mamá por darme la vida Gracias mamá por darme la vida

Hoy, y para siempre

voy a dar gracias a mis padres,

papá y mamá, porque

me han dado la vida,

me han deseado, no han

programado mi llegada al

mundo. Me han querido y

amado. El día de mi nacimiento

fue un día de fiesta

y de alegría; día de orgullo

y de felicidad de la familia.

Mi madre, durante nueve

meses me ha aceptado

con cuidados en su vientre.

No vivía con nervios, porque

el embarazo es un fenómeno

natural. Después

del nacimiento, mis padres

me han cuidado como a un

rey, brindándome todo lo

necesario para vivir: alimento

de leche materna,

no de vaca; alimento para

crecer como ser humano.

Me han ayudado a aprender

a caminar, me han vigilado

y protegido, me han

dado una educación, que

no fue de niñera o de abuelo;

me han enseñado a conocer

el mundo, los valores

y defectos; no me han

abandonado en las desgracias

de este mundo. Su responsabilidad

y su misión

eran de hacerme un hombre

que en el futuro pueda

enfrentar la realidad. Me

han dado una educación

con exigencias y no con comodidades

ni caminos fáciles.

Mis padres, para mí,

son santos, porque me han

dado la vida. Ellos con responsabilidad

me han dado

la oportunidad de estudiar,

de ir a la escuela para

construirme un futuro.

No me arrepiento. No me

han escondido cómo vivían

con sus creencias, fueron

las primeras personas

que me han hablado de alguien

y que me han hecho

descubrir en la vida a esa

persona: Dios. Aunque había

otras creencias en mi

pueblo, han optado o elegido

al Dios de la Trinidad,

me han enseñado el camino

de ese Dios, con una fe

sin condiciones.

Me han permitido recibir

los sacramentos de iniciación,

bautismo, eucaristía,

confirmación. ¿Cómo

no voy a agradecer estas

acciones y obras de estas

personas? Sin esta vida

recibida de ellos y del Dios

de la Trinidad, no podría

tener proyectos de vida.

Hablando de mi proyecto

de consagrar mi vida

y también de dar mi vida

a los demás, para ellos

fue una felicidad y una alegría.

Mi padre ha visto el

comienzo de la realización

de este proyecto, ha estado

enfermo y en cama me ha

dado el permiso y la bendición

antes de entrar en

el seminario. él me decía:

“Vaya así puede realizar su

deseo. Yo podré morir o vivir,

pero no seré un obstáculo”.

Mi madre ha visto la

realización de mi proyecto,

ha estado el día de mi consagración

sacerdotal, y un

año después ella se ha ido

en paz y con alegría al cielo,

con su misión cumplida.

Qué alegría de nacer

en una familia que te recibe,

te cuida, te protege, y te

da todo para ser un hombre,

una mujer en el mundo.

Por eso debemos decir

siempre: gracias mamá,

gracias papá, aunque tienen

defectos, como todos.

No se puede decir, no

voy a respetarlos, amarlos

y cuidarlos. Como creyentes

no podemos decir:

no voy a orar por ellos. Al

ejemplo de Dios, que no ha

rechazado a su hijo, tampoco

hay que abandonarlos,

tirarlos a la basura. Los

padres tienen que respetar

la vida.

Nuestros antepasados

nos han hecho para que

tengamos vida. El creyente,

hombre o mujer, debe

saber que Dios es el Dios

de la vida, no de la muerte.

Dios hijo ha venido para

dar la vida, y vida en abundancia.

Como creyentes,

no podemos no querer dar

la vida, o cuidar la vida.

Pregunto: ¿por qué

nosotros mismos queremos

conservar nuestras

vidas y no queremos dejar

vivir a otras personas?

¿Por qué destruir la vida

que viene? La mujer no

es una máquina de destrucción

de la vida, es un

ser humano que da vida.

Gracias a los padres que

han podido dar la vida;

que han aceptado continuar,

construir, el Reino

de Dios. El mundo necesita

testigos de esta vida.

Que la Virgen María nos

ayude a todos a cumplir

la voluntad de Dios amor,

Dios vida, y no cumplir

la voluntad de un pequeño

grupo de personas y de

leyes sin humanidad, sin

divinidad.

Que Cristo sea nuestra

fuerza para que podamos

continuar diciendo

sí a la vida. Amén.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy