Cuatro exmilitares irán a juicio por secuestro y tormentos a dos hermanos santiagueños

La Justicia Federal elevará a juicio la causa por la cual se imputan delitos de lesa humanidad a cuatro militares (R) que prestaron servicio en el Batallón 141 de Ingenieros de Combate.

Los cuatro están acusados del secuestro y torturas de dos hermanos santiagueños. Estos hechos habrían ocurrido en noviembre de 1975 y fueron perpetrados en contra de Julio Dionisio (militar en ese entonces) y Pedro Pablo Arias.

Los acusados son los oficiales José Ernesto Arce y José Colinos, y los suboficiales Julio Ramón Marchant y Cisterna. Tras resolverse los planteos efectuados por las defensas, la Cámara Federal de Apelaciones respaldó las actuaciones del magistrado federal santiagueño que procesó a estos cuatro exmilitares por los delitos de privación ilegítima de la libertad, tormentos y asociación ilícita en concurso real.

Una vez que llegue la causa al Tribunal Oral Federal, éste deberá integrarse y fijar fecha para comenzar con las audiencias.

Según se reconstruyó en el expediente, los hermanos fueron detenidos ilegalmente, acusados de pertenecer a la Juventud Peronista a la que vinculaban con Montoneros. La maniobra fue perpetrada por militares que cumplían funciones en el desaparecido Batallón de Ingenieros de Combate 141 con asiento en Santiago del Estero. Al momento de declarar, los militares retirados negaron toda participación en los hechos. En esta causa, Molinari resolvió varios planteos de nulidad interpuestos por las defensas.

Según relataron las víctimas, el 19 de noviembre de 1975, una patrulla militar y policial entre quienes se encontraban Colinos, Arce, Marchant y Cisterna entraron en el domicilio de Julio Arias con toda violencia, penetrando por el techo y el fondo. Estas personas portaban armas largas y cortas. Julio Arias además de ser militar, también era simpatizante de la Juventud Peronista. Durante el procedimiento, los grupos de tareas preguntaron por el hermano, Pedro Pablo Arias, también integrante de la Juventud Peronista. "En un despliegue de lo más brutal, desordenaron la casa, ocasionaron roturas y amedrentaron a todos los moradores. Sacaron a culatazos de la cama, en paños menores a Julio y Pedro Pablo Arias y a un cuñado", refleja el expediente.

A los detenidos "les vendaron los ojos y los ataron, amenazando de muerte a todos. Posteriormente los trasladaron en tres vehículos. Julio Arias fue introducido en el auto que conducía Marchant, lo llevaron al Batallón 141 y lo alojaron en una compañía, sección Destinos, donde se encontraban otros presos políticos los cuales estaban vendados y maniatados".

Quien se llevó la peor parte fue Julio Arias, quien luego de estar detenido dos años y medio en el Batallón 141, fue trasladado a la prisión de Magdalena, donde permaneció casi año y de allí fue llevado a "Campo de la Rivera" en la provincia de Córdoba, donde fue juzgado por un Consejo de Guerra. Finalmente recuperó su libertad el 19 de marzo de 1981.