Veteranos revelan que cientos de soldados abatidos están enterrados en fosas comunes Veteranos revelan que cientos de soldados abatidos están enterrados en fosas comunes
En un histórico gesto por parte
de los gobiernos de Argentina y del
Reino Unido, el pasado 26 de marzo,
un contingente de argentinos fue
al cementerio de Darwin para rezar
en las tumbas de 90 soldados identificados
por la Cruz Roja y el Equipo
Argentino de Antropología Forense.En esa necrópolis fueron identificados
los restos de un héroe santiagueño,
Julio Saturnino Castillo, oriundo
de Malacara.
Resta saber dónde están las tumbas
de otros 11 soldados (dos hermanos
murieron en el hundimiento del
Belgrano lo que hace un total de 14
comprovincianos muertos en combate).
Al respecto, el veterano de guerra
santiagueño, David Alejandro Díaz
aseguró a EL LIBERAL que estos
cuerpos y los de otros cientos de argentinos
e ingleses, “están sin identificar
en fosas comunes en San Carlos,
detrás de un frigorífico”.
Díaz, actualmente presidente del
Centro de Excombatientes de Malvinas
de Santiago del Estero, dijo que
presenció cuando topadoras abrieron
enormes zanjas en San Carlos
para enterrar cientos de cuerpos de
argentinos. Su testimonio fue respaldado
por su compañero Antonio
Alcalde, que junto a Díaz estuvieron
casi un mes detenidos en San Carlos
en el frigorífico, desde allí presenciaron
la imagen más atroz de
la guerra: los cuerpos sin vida, muchos
mutilados, de los combatientes
de ambos bandos. Una imagen que
permanece imborrables en sus mentes.
“Vimos en la ladera de la montaña
que se hacán fosas comunes, y allí
ponían los cuerpos. En bolsas negras
iban los restos de los soldados
argentinos y en bolsas blancas, la de
los ingleses”, comentó.
También recordó, cuando tuvo
que enterrar a un santiagueño, que
murió valientemente al quedarse a
cubrir la retirada de sus camaradas,
ante un avance británico.
“Todos los que cayeron en Malvinas
son héroes y los tenemos presentes
siempre”, dijo David Díaz,
que fue camillero y que acompañó a
un añatuyense que luego fue médico,
en misiones de rescate peligrosas
entre el fuego cruzado. David Díaz,
clase 63, tenía 19 años cuando fue a
la guerra, con tan solo tres meses de
instrucción como soldado conscripto.
Luego del trabajo de identificación
de los soldados que fueron enterrados
en Darwin, Díaz aportó:
“Todos pregonamos para que los
cuerpos quedaran ahí. También los
familiares coincidían en eso. A veces
algunos buscaron repatriar los
restos, como queriendo “desmalvinizar”,
esta lucha que sigue vigente,
pero repudiamos esas acciones.
Queremos que sí se reconozcan los
cuerpos, pero que queden ahí, y de
esa manera, de alguna manera, marcar
presencia argentina en las islas”,
concluyó.