Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Como el padre me envió, yo los envío a ustedes

08/04/2018 01:23 El Evangelio
Escuchar:

Como el padre me envió, yo los envío a ustedes Como el padre me envió, yo los envío a ustedes

La escena tiene lugar

en Jerusalén en donde los

discípulos estaban reunidos.

Las puertas estaban

cerradas “por miedo a los

judíos”, porque todavía

los discípulos no se animaban

a pronunciarse a

favor de Jesús. “Jesús vino

y se puso en pie en medio

de ellos y les dijo: “paz

a ustedes”. El resucitado

viene a los suyos y se reúne

con ellos para comunicarles

su paz, es decir,

su presencia en medio de

la comunidad. Les muestra

sus manos y su costado.

Es el mismo que han

crucificado. Esta presencia

llena de gozo a los discípulos

porque saben que

será para siempre, Jesús

vive y ellos viven con él.

Luego los envía como

el Padre lo envía a él. Se

trata de la misma misión:

glorificar al Padre dando

a conocer su nombre

y manifestando su amor.

Sopla sobre ellos y les dice

“reciban el Espíritu

Santo”. Este hará posible

el ejercicio de la misión

que les confía y producirá

el nuevo nacimiento que

da acceso al Reino, la verdadera

adoración al Padre,

el poder de vivificar y

el don de la vida.

El Espíritu Santo derrama

la vida de Cristo

glorificado sobre los discípulos,

el mismo Jesús

está presente y actuante

en su comunidad, por eso

ella tiene la capacidad de

perdonar, porque en definitiva

es Dios el que perdona

a través de ella.

Por el don de la paz y

la comunicación del Espíritu,

su comunidad es

portadora de vida para el

mundo; a través de ella

se actualiza la presencia

permanente del Señor

que ha triunfado de la

muerte.

Tomás no estuvo en

la primera aparición del

Resucitado y no creyó el

testimonio de la comunidad.

Ocho días después

Jesús se presenta de nuevo,

se dirige a Tomás y le

ofrece tocar las señales de

sus llagas. Jesús lejos de

señalar una supuesta incredulidad

de Tomás, lo

invita profundizar su fe.

Tomás responde: “Señor

mío y Dios mío”, lo que

muestra la unidad de Jesús

con Dios que se ha

hecho cercana a los discípulos.

“Porque me ves,

crees. ¡Dichosos los que

no han visto y han creído!”.

Jesús felicita a sus

discípulos que han creído

luego de haber visto. Pero

también felicita a los que

sin ver, creyeron también

en él por el testimonio de

la comunidad.

Conclusión

El Cristo resucitado se

aparece a sus discípulos

y les comunica paz y alegría,

para vencer el miedo

y la rutina. La presencia

de Jesús nos hace salir

del encierro, abrirnos

a la vida, al hermano necesitado,

para anunciarles

que Dios es amor, y

nada puede impedirnos

ser amados por él. En esto

consiste el anuncio:

¡Dios está vivo entre nosotros!

¡Dios nos ama y

quiere nuestra felicidad!

Tenemos que confiar en

él, creer más allá de la

evidencias, amándonos y

perdonándonos mutuamente

para que los que

no han visto, crean en él.

La Iglesia no puede

seguir encerrada en sus

propios miedos, comunicando

doctrinas aburridas

que nada dicen. Debería

ser portadora de

luz, de alegría, una comunidad

de amor que hace

presente a Jesús en sus

gestos de misericordia

con los hermanos. Dar de

beber al sediento, de comer

al hambriento, sanar

las heridas, compartir la

mesa de los pobres. Ser

antorcha de esperanza

para

devolver a la

humanidad

su rumbo y

razón de vivir.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy