Asesinos de Leda Raimundi quieren hacer caer la perpetua

Un año y medio después de ser condenados a prisión perpetua, los cinco homicidas de Leda Fabiana Raimundi apuestan a una mejor suerte, a través de un recurso de alzada en la Cámara de Apelaciones.

Ellos son Mario Rojas, ex novio de la víctima; Lucrecia la "mae" Ledesma y su hijo Luis; Guillermo Pereyra, amigo y remisero; y Gabriel Brandán, cadete de los Ledesma.

Conformaban un grupo umbanda que fue juzgado y condenado por secuestrar y asesinar a la docente la noche del 14 de junio del año 2012, en el departamento Robles.

Alevosía

Para los vocales, Julio David Alegre Paz, Luis Achával y María Eugenia Carabajal, no hubo dudas y los personajes fueron juzgados por "homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".

En su máxima crudeza, la historia recuerda que Leda había cortado su relación con Rojas y que éste buscó ayuda en el mencionado grupo umbanda, liderado por la "mae" Lucrecia Ledesma.

Ella pergeñó un plan supuestamente para que Rojas la recuperara. Ideó un falso robo en la zona del Golf Club, en donde Rojas se erigiría en héroe y salvador de Leda.

Noche sangrienta

La noche acordada, los Ledesma y Gabriel Brandán irrumpieron mientras Leda hablaba con Rojas y la raptaron. Pero no hubo salvataje. Todos la llevaron en remís a Robles. Allí, la golpearon y la asesinaron.

Abandonaron el cuerpo y retornaron a la capital al bar de una estación de servicios donde cenaron como si nada hubiera ocurrido.

En las audiencias, Rojas señaló que fue usado "como idiota útil" por los Ledesma, quienes tiñeron con sangre su ingenuo objetivo de reciclar su amor.

Al tribunal no lo convenció el hecho de que jamás hiciera nada para frenar a los Ledesma, en un inexorable viaje hacia la muerte de la mujer que él juraba amar.

Hoy, los cinco acudirán a un nuevo tribunal, optimistas en hacer caer la condena perpetua y, con ello, restarle años a su prolongado encierro.