Bernardino Rivadavia, el presidente del sillón Bernardino Rivadavia, el presidente del sillón
PRIMER PRESIDENTE
LEGAL DE LA REPúBLICA
ARGENTINA
El sillón de Rivadavia se ha convertido en el
símbolo de los primeros mandatarios argentinos.
Sin embargo, no existe. Salvo una poltrona que
Bernardino Rivadavia utilizaba en los oficios religiosos
en la Catedral de Buenos Aires y que se
conserva en su museo, no hay ningún mueble que
pueda ser vinculado con el primer hombre que
fue titulado presidente del país. Si se visita el vestíbulo
de honor de la Casa Rosada, uno se encuentra
con los bustos de los presidentes argentinos
ordenados en forma cronológica. Y el recorrido
comienza por Cornelio de Saavedra, que era presidente,
pero sólo de la Junta Gubernativa del Río
de la Plata. Y a continuación el rostro que la escuela
hizo familiar de don Bernardino Rivadavia. A él
nos dedicaremos hoy
NACIMIENTO, ESTUDIOS
Y FAMILIA
Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia
nace en Buenos Aires el 20 de mayo de 1780,
en el hogar formado por el abogado de la Real Audiencia
don Benito González Ribadabia y doña
María Josefa de Jesús Rodríguez de Rivadeneira.
Fue bautizado al día siguiente en la parroquia de
Catedral al Norte. Era el cuarto de siete hermanos.
Bernardino estudió en el colegio de San Carlos la
filosofía y la teología. Abandonó las aulas antes de
graduarse por la necesidad de ocuparse de los negocios
de su padre, ya que era el mayor de los varones.
El prestigio familiar había sido afectado por
un juicio que sufrió don Benito y que le costó su
carrera como funcionario.
Participó como miliciano en la Reconquista
de 1806 y en la Defensa de 1807, durante las invasiones
inglesas. De esos tiempos quedaron notas
prolijas relatando los acontecimientos, que fueron
recuperadas y publicadas por Florencio Varela.
Llegó a ser alférez real nombrado por Santiago de
Liniers. El 14 de diciembre de 1809 se casó, en la
Iglesia de la Merced, donde había sido bautizado,
con Juana Josefa Joaquina del Pino y Vera Mujica,
hija del virrey Joaquín del Pino y de Rafaela
de Vera Mujica, la virreina vieja. Esto le granjeó
a Bernardino una figuración social que no tenía y que supo aprovechar para convertirse en un
protagonista de los sucesos por venir. El matrimonio
tendrá cuatro hijos: José Joaquín, Constancia,
Bernardino y Martín. Sólo los varones llegarán a
edad adulta. Las principales dedicaciones de don
Bernardino fueron, en el ámbito privado, la procuración
y el oficio de martillero.
ACTUACIóN PúBLICA
Participa del Cabildo Abierto del 22 de mayo
de 1810, y pasa desapercibido allí, al igual que Mariano
Moreno. Al constituirse el Primer Triunvirato,
fue nombrado secretario de guerra, sin voto. La llegada
de José de San Martín, Carlos de Alvear y José
Zapiola, que rápidamente crearon la logia Lautaro,
Bernardo de Monteagudo como líder de la Sociedad
Patriótica, se convirtieron en adversarios de Rivadavia
y el Triunvirato, que fueron derrocados por la revolución
de octubre de 1812. Durante su gestión se
fundó el Museo de Historia Natural y se instaló la Biblioteca
Pública, se dictaron los decretos de fomento
de la inmigración y de la industria. En 1814 vuelve a
la actividad pública como enviado diplomático, junto
a Manuel Belgrano, ante las cortes de Londres y
Madrid. Luego fue solo a París donde recibió la noticia
de la declaración de la Independencia, en San Miguel
del Tucumán, y el nombramiento de su amigo
Juan Martín de Pueyrredón como Director Supremo.
Permaneció en Europa hasta 1820, cuando regresa
al país. Asume como ministro de gobierno de
la recién creada provincia de Buenos Aires, bajo el
mando del general Martín Rodríguez, en los albores
de 1821, y su gestión fue conocida como la “era feliz”.
Se crearon la Universidad de Buenos Aires, el Archivo
General, el Registro Oficial y el Banco de Descuentos,
antecesor del Banco de la provincia de Buenos
Aires. Se fundó la Sociedad de Beneficencia. Produjo
la reforma militar y la eclesiástica, siendo esta
última la medida más polémica de su tiempo. Se
construyó la fachada de la Catedral de Buenos Aires
y se comenzó el edificio de la Sala de Representantes
en la manzana de las luces. Se fomentó la prensa.
Pero sus políticas lo enemistaron con los federales y
con José de San Martín. Y el préstamo contraído con
la firma inglesa Baring Brothers es la decisión económica
más cuestionada a Rivadavia, aunque las precauciones
de los prestamistas no fueron desacertadas.
Se tardaron ochenta años en cancelar la deuda.
PRESIDENCIA DE LA
REPúBLICA
La convocatoria a un Congreso General Constituyente,
su elección como diputado porteño y la
guerra contra el Brasil, lo pusieron en el camino
de la presidencia. El 8 de febrero de 1826 juró el
cargo de Presidente creado por la ley de presidencia.
Luego se disolvió la provincia de Buenos Aires
y su territorio se convirtió en capital de la nación.
Los nombramientos de Alvear a cargo del
ejército argentino y de Brown a cargo de la escuadra
de guerra permitieron el logro de grandes victorias
militares y navales que pusieron la guerra a
favor del país. Sin embargo, las difíciles condiciones
internas y el envío de una gestión diplomática
para negociar la paz en Río de Janeiro terminaron
en un desastre. El territorio en disputa, la
Banda Oriental quedaba para el imperio del Brasil.
Esto provocó una formidable crisis que se llevó
puesto a Rivadavia, que renunció el 27 de junio
de 1827, siendo sucedido por Vicente López y Planes,
que dos meses después aniquiló el gobierno
nacional.