Raúl Lavié no quiere apagar el fuego sagrado

El actor y cantante Raúl Lavié protagoniza una nueva versión de "El violinista en el tejado", el musical de Joseph Stein, que es un clásico, y con más de 65 años de trayectoria admite que prefiere "seguir nervioso antes de los estrenos porque esa emoción delata el fuego sagrado que no debe apagarse con agua", según confesó a Télam.

Lavié está fascinado, a los 80 años, con el desafío de interpretar la historia escrita en idish en 1894 por el escritor ruso Sholem Aleijem.

Su personaje es Tevye, un lechero de 1905, padre de cinco hijas casaderas, meticuloso guardián de las tradiciones judías dentro de una aldea ucraniana, mientras el curso del tiempo se empeña en olvidarlas.

¿Cómo es su personaje?

Es importantísimo, muy exigido, sobre todo por cómo está encarado. En el teatro tiene una magia especial, favorecida por el contacto directo con la gente.

¿Tuvo en cuenta las versiones anteriores?

Esas versiones existen, pero yo le agrego un plus: soy cantante, que la actuación y el canto corran parejos no es fácil de encontrar.

¿Considera que la trama aún tiene vigencia?

Totalmente, especialmente hoy, ya que es un espectáculo movilizador sobre la vida en diferentes comunidades, la necesidad de la gente de abandonarlas, la guerra, la discriminación. En la actualidad hay un montón de circunstancias que hacen que el mundo entero esté revolucionado alrededor de estos problemas. En la trama, los personajes son echados de los lugares donde nacieron, pero el trasfondo de la historia es universal. Se trata de una fábula que fue real.

¿Cómo surgió la idea de hacer el musical?

Desde hace tiempo vengo interpretando grandes personajes del musical y propuse esto a Julieta Kalic y también recomendé al director, con quien ya había trabajado en "Zorba" y en "El Hombre de la Mancha", ya que sé cómo encara sus trabajos, conozco su sensibilidad artística y a esta altura hablamos un mismo idioma.

¿Le interesa más el musical que el teatro de texto?

A pesar que yo hice teatro de texto, el hecho de encarar una historia a través del lenguaje de una comedia me parece mucho más complejo y completo. Por toda mi trayectoria en el género, ya puedo considerarme parte del mismo en el país.

¿Cuál es el secreto para mantener la vitalidad?

La disciplina: me cuido y mi mujer también lo hace. Practico yoga y gracias a Dios sigo adelante: estoy preparado para hacerlo, en mi plenitud artística y mentalmente ando bien. El futuro es promisorio.