Una batalla campal entre 1.200 anarquistas y la policía parisina

Una batalla campal entre 1.200 anarquistas y la policía arruinaron la marcha del 1 de mayo en París, cuando miles de franceses protestaban, en un clima social extremadamente tenso, contra el gobierno y su política de reformas. Vestidos de negro, con bombas molotov escondidas en sus mochilas, los anarquistas de Black Blocs, que encabezaban el cortejo en la plaza de la Bastilla, lo abandonaron e iniciaron un espiral de violencia sobre el boulevard del Hopital, al lado del río Sena.

Atacaron, robaron y quemaron un restaurante Mc Donald’s al grito de "rompamos el orden burgués", incendiaron la concesionaria Renault "Adama" y uno de sus automóviles fue prendido fuego. También atacaron las garitas de la parada de ómnibus del boulevard, al lado del Jardín de Plantas y frente a la estación de Austerlitz, rompieron el local de un auto escuela de conducir y una grúa de construcción. Al menos hay 200 detenidos hasta el momento. La manifestación se volvió un peligroso infierno en medio de esta ola de violencia, cuando la policía perdió el control sobre el orden público en un feriado nacional y con miles de familias en la calle.

Las críticas llueven sobre la reacción de las fuerzas policiales y sobre el ministro del interior, Gerard Collomb. El prefecto de la policía se defendió diciendo que "no tenemos capacidad de desplegarnos en todos los objetivos posibles", con Francia en "alerta atentado". Los anarquistas de ultra izquierda, auto denominados "Blacks Blocs", canibalizaron la marcha de la CGT, que está enfrentada al gobierno por la reforma ferroviaria y el cambio de status de sus empleados y la huelga de Air France, cuando la ahora tercera central sindical de Francia buscaba demostrar su fuerza frente a Macron.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo prefirió reaccionar por Twitter. "Yo condeno la violencia. Su único objetivo era crear el caos. Es abyecto", dijo.

Información publicada por diario EL LIBERAL. Director. Lic. Gustavo Ick.