La madre doble "filicida" intenta hacer caer la perpetua en un tribunal de alzada

Una mujer condenada a prisión perpetua por la muerte de sus dos pequeñas hijas, acudió ayer a un nuevo tribunal, en busca de una mejor suerte.

Se trata de Celsa Sández, condenada en septiembre de 2017 por las muertes de Ana Laura, de un año y once meses, en junio de 2014 y de Camila, de 3 años, cuya tragedia sobrevino apenas con diez días de diferencia.

Ante los vocales de Alzada, Gloria Cárdenas, Luis Lugones y Cristian Vittar, el fiscal Juan Allende pidió que se ratifique la pena máxima en contra de la bandeña, por doble homicidio calificado por el vínculo en concurso real de delitos.

Para Allende, el fallo del tribunal (Alfredo Pérez Gallardo, María Angélica Peralta de Aguirre y María Eugenia Carabajal) estuvo sujeto a Derecho.

Po el contrario, los defensores oficiales, Cecilia Pinto y Gustavo Iagatti, reprocharon que la condena a su cliente se gestó en testimonios de su propia madre y una hermana.

"No hubo testigos"

Ahondó Pinto: "No hubo testigos; nadie vio nada e igual mi defendida recibió la pena máxima".

Entre las 9 y 12 del mediodía, Pinto desgranó la historia familiar: "De madre abandonadora, era obvio que Celsa podría repetir su historia de orfandad".

Para la defensora, el tribunal debe redireccionar el proceso y juzgar a su cliente por nuevas figuras.

"En cuanto al primer hecho, solicito la absolución por el beneficio de la duda" y por la segunda muerte, "se la condene por homicidio preterintencional", fundamentó Pinto.

La tragedia de las hijas de Celsa llegó a la Justicia con la muerte de Camila, hecho que devino también en la investigación por la muerte de su hermanita.

En el debate, los testigos relataron que Celsa fue abandonada por su pareja y desde entonces sometió a las niñas a un abandono, forzándolas a pasar hambre y penurias de distinta naturaleza.