Dura derrota de la Argentina que ahora espera un milagro

La Argentina cayó sin atenuantes ante Croacia por 3 a 0 en la segunda fecha del Grupo D de la Copa del Mundo en el estadio de Nizhny Novgorod, donde nuevamente fue local en las tribunas y visitante en el campo de juego, dejando abierta la puerta para un inminente fin de ciclo de esta generación de futbolistas liderada por Lionel Messi a la que solamente un milagro futbolero la puede depositar en los octavos de final de este certamen a los que ya se clasificó su rival de ayer.

La Argentina jugaba al "palo y palo" y Croacia, de la mano del capitán Luka Modric mostraba un juego más atildado y un manejo más preciso del balón.

La Argentina no iba a pasar mayores sobresaltos por el resto de la etapa inicial, creando por contrapartida, aunque más por empuje que por juego, una inmejorable situación de gol que Enzo Pérez desperdició con el arco vacío, rematando de zurda contra el palo derecho.

La segunda mitad arrancó con características similares y en el ida y vuelta la Argentina fue perdiendo presencia.

Sin embargo, tuvo que registrase un error grave con los pies de Wilfredo Caballero para que Croacia abriera el marcador con un soberbio derechazo sobre el cuerpo del arquero, luego de una cesión hacia atrás de Mercado.

El tanto marcó el rumbo posterior del encuentro, porque inmediatamente Sampaoli sacó a Agüero para ubicar en su lugar a Gonzalo Higuaín. Y acto seguido fue Cristian Pavón a la cancha para intentar perforar por la derecha.

Hasta que a los 22 minutos Sampaoli por fin se dio cuenta y lo incluyó a Dybala por Enzo Pérez, tan lento e impreciso como en sus últimos tiempos en River.

Pero de golpe el equipo se desmoronó físicamente, y el único que seguía corriendo era el más veterano, Mascherano, terminó sacando la cara por su equipo en la derrota.

Porque fue derrota nomás, cuando a 10 minutos del final Modric hizo relucir toda su calidad para clavar abajo y a la izquierda de Caballero un derechazo lleno de precisión.

Y después, cuando ya no quedaba nada y Diego Maradona estaba derrumbado en su palco sin saber qué decir, los croatas hicieron una jugada de "papi fútbol" en la propia área chica argentina para que el amigo y compañero de Messi, Iván Rakitic, sellara un 3 a 0 lapidario, condenatorio, con fuerte sabor a fin de ciclo.