Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13. Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13.
a sus discípulos esta parábola:
“Se parecerá el reino
de los cielos a diez doncellas
que tomaron sus lámparas y
salieron a esperar al esposo.
Cinco de ellas eran necias y
cinco eran sensatas. Las necias,
al tomar las lámparas,
se dejaron el aceite con las
lámparas. El esposo tardaba,
les entró sueño a todas y se
durmieron. A medianoche se
oyó una voz:
¡Que llega el esposo, salid
a recibidlo!
Entonces se despertaron
todas aquellas doncellas y se
pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a
las sensatas: “Dadnos un poco
de vuestro aceite, que se
nos apagan las lámparas”.
Pero las sensatas contestaron:
“Por si acaso no hay
bastante para vosotras y nosotras,
mejor es que vayáis a
la tienda y os compréis”.
Mientras iban a comprarlo,
llegó el esposo, y las que
estaban preparadas entraron
con él al banquete, y se cerró
la puerta. Más tarde llegaron
también las otras doncellas,
diciendo: “Señor, señor,
ábrenos”. Pero él respondió:
“Os lo aseguro: no os conozco”.
Por tanto, velad, porque
no sabéis el día ni la hora”.
Comentario
Este pasaje de Oseas
describe muy bien la historia
de Dios con Santa Teresa
Benedicta. “Yo te desposaré
conmigo para siempre”. Nacida
y educada en el judaísmo,
profesora de filosofía, buscadora
infatigable de la verdad,
ayudada por la lectura de la
vida de Santa Teresa de Jesús,
se rindió al Dios presentado
por Jesús.
Dios, en medio de los
tiempos difíciles del nazismo,
supo llevarla al desierto y seducirla.
Ingresó en el Carmelo
y allí vivió con intensidad la
vida contemplativa y su relación
con Dios. Murió en la cámara
de gas en Auschwitz en
1942.
El papa Francisco, en
su Exhortación “Gaudete et
Exultate”, nos ha recordado
que la santidad es de todo
cristiano. “El Señor nos quiere
santos y no espera que
nos conformemos con una
existencia mediocre, aguada,
licuada”.
Insiste en que además de
santos de altar y canonizados
como Santa Teresa Benedicta,
hay santos y santas
de andar por casa “santos de
la puerta de al lado”. En todos
se da una relación intensa
con Dios “Yo te desposaré
conmigo para siempre” y
un vivir todo lo que les ocurre
en la vida guiados por Dios a
quien han nombrado su Rey y
Señor.
Todo cristiano, a propósito
de la parábola del evangelio
de hoy, y después de
lo que hemos oído en la lectura
de Oseas, es el que está
siempre preparado para recibir
al esposo. Le recibe con
gozo y luego no sabe vivir sin
él. Día y noche disfruta de la
presencia del esposo, el que
le ha seducido con su amor,
el que es la fuente de su energía,
el que le da fuerza para
enfrentarse a todas las situaciones
de su existencia con
sentido y esperanza.
Teresa Ben Benedicta
de la Cruz Edith Stein (1891-
1942). “Nos inclinamos profundamente
ante el testimonio
de la vida y la muerte de
Edith Stein, hija extraordinaria
de Israel e hija al mismo
tiempo del Carmelo, sor Teresa
Benedicta de la Cruz; una
personalidad que reúne en su
rica vida una síntesis dramática
de nuestro siglo. La síntesis
de una historia llena de
heridas profundas que siguen
doliendo aún hoy...; síntesis
al mismo tiempo de la
verdad plena sobre el hombre,
en un corazón que estuvo
inquieto e insatisfecho
hasta que encontró descanso
en Dios”. Estas palabras fueron
pronunciadas por el papa
Juan Pablo II con ocasión de
la beatificación de Edith Stein
en Colonia, el 1 de mayo de
1987.