Lectura del santo Evangelio según san Juan (12,24-26): Lectura del santo Evangelio según san Juan (12,24-26):
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“Os aseguro que si el
grano de trigo no cae en tierra
y muere, queda infecundo; pero
si muere, da mucho fruto. El
que se ama a sí mismo se pierde,
y el que se aborrece a sí
mismo en este mundo se guardará
para la vida eterna. El que
quiera servirme, que me siga, y
donde esté yo, allí también estará
mi servidor; a quien me
sirva, el Padre lo premiará”.
Comentario
L a f i e s t a d e l d i á c o -
no y mártir san Lorenzo nos
muestra una historia de servicio
y de entrega de la vida.
La imagen de la fecundidad
del grano de trigo sepultado
en la tierra nos revela la
fecundidad de su vida y de su
muerte.
Se atribuye a Francisco
de Asís una conocida oración
(“Haz de mí, oh Señor, instrumento
de tu paz”), aunque
parece no haber testimonios
de esa plegaria anteriores al
s. XX. En todo caso, la oración
refleja el espíritu del Poverello
y nos revela la sabiduría
del evangelio.
En ella decimos: “Porque
es dando como recibimos, olvidándonos
como nos encontramos,
perdonando como
somos perdonados, muriendo
como resucitamos a la vida
eterna”.
Lorenzo se recibió dando
y dándose, se encontró olvidándose
de sí, fue perdonado
por medio de su perdón,
resucitó a la vida eterna muriendo
mártir.
Nos han enseñado que la
Iglesia, asentada en la piedra
angular que es Cristo y descansando
en las columnas o
cimientos que son los profetas
y apóstoles, se apoya en
estos cuatro pilares: el anuncio
y testimonio, la liturgia, el
servicio, la comunión.
Lorenzo vivió el anunciotestimonio
en su forma suprema:
el martirio; su vida y muerte
fueron liturgia espiritual; sirvió
a los pobres desde su ministerio
de diácono; la caridad
y la fuerza del Espíritu que lo
alentaban lo hacían vivir en la
comunión y generar comunión.
Podemos celebrar su fecundidad
eclesial.
San Agustín enseña en la
lectura del Oficio divino de
este día: “Lo han imitado [a
Cristo] los santos mártires
hasta el derramamiento de su
sangre, hasta la semejanza
con su pasión; lo han imitado
los mártires, pero no solo
ellos. El puente no se ha derrumbado
después de haber
pasado ellos; la fuente no se
ha secado después de haber
pasado ellos. Tenedlo presente,
hermanos”.