Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Señor, tú tienes palabras de vida eterna

25/08/2018 22:23 El Evangelio
Escuchar:

Señor, tú tienes palabras de vida eterna Señor, tú tienes palabras de vida eterna

Después de oír las palabras

de Jesús que los

urgía a creer que él era

el Salvador del mundo

y que con su muerte establecía

la comunión de

la humanidad con Dios,

son ahora sus “discípulos”

y no solo la multitud,

los que se escandalizan

y lo abandonan.

Son ellos, los que se

habían acercado a Jesús

atraídos por su mensaje

de esperanza respecto

de la llegada del Reino y

el poderío de los signos

que lo testificaban quiénes

deciden abandonarlo:

“¡duro es este discurso¡

¿Quién puede escucharlo?”.

Esta actitud, es

un anticipo del rechazo

de la Cruz.

Frente al escándalo

de los discípulos, Jesús

les anuncia su “subida”

al Padre, su regreso

al ámbito divino. La

bajada del cielo expresaba

la voluntad amorosa

del Padre que daba a

los hombres el verdadero

pan, la subida a donde

“estaba antes” significa

que la misión del Hijo

se ha cumplido. Los que

creen en el poder salvífico

de su muerte creerán

también en su vuelta al

Padre y en su presencia

vivificante en el mundo.

El Espíritu, que hace

vivir ayuda a creer a los

discípulos en las palabras

de Jesús. Sin el Espíritu

es imposible entender

su revelación,

aceptar el misterio de

su encarnación, y de la

Cruz como fuente de salvación

y comunión con

Dios.

Los discípulos, como

el resto de la multitud, se

ven confrontados ante el

anuncio de Jesús. Pueden

creer en él o rechazarlo,

depende de su libertad.

Sin embargo, Jesús

sitúa en Dios el misterio

de la libertad humana.

No es que sustrae

a los hombres de su responsabilidad,

sino que la

coloca en el misterio de

la voluntad amorosa de

Dios que quiere que todos

los hombres se salven.

Jesús no expresa un

juicio de condena frente

a aquellos que lo abandonan,

sino que los invita

a ponerse en las manos

del Padre.

Ante el abandono de

los discípulos, Jesús toma

la iniciativa ante

los Doce: “¿Quieren irse

también ustedes?”

Es decir, quieren regresar

a su existencia anterior?

Pedro, responsable

del grupo, responde:

“Señor, ¿a quién iremos?

Tú tienes palabras

de vida eterna. Nosotros

creemos y sabemos que

tú eres el Santo de Dios”.

Pedro acepta sin reservas

las palabras de Jesús,

su mensaje es portador

de vida eterna. Por

eso dice, “nosotros creemos

y sabemos”, porque

han experimentado junto

a Jesús la cercanía del

amor de Dios que sana

y salva. La fe de Pedro,

aunque todavía imperfecta,

se fundamenta en

la comunión con el Señor.

Conclusión

Todo el capítulo sexto

del Evangelio de Juan es

una invitación a creer en

Jesús, “pan de vida”. Algunos

lo rechazan porque

consideran “duras”

sus enseñanzas, y otros

lo aceptan, con temor y

temblor, atraídos por el

Padre. La fe es un don de

Dios, un regalo al que el

hombre es invitado a recibir.

De eso depende su

vida o su muerte. La voluntad

de Dios es que todos

los hombres se salven,

Dios es Vida y para

eso ha enviado a su Hijo:

para que el mundo viva.

Aun así, puede haber

personas que lo rechacen,

que desde su libertad

se resistan a creer,

incluso algunos podrían

como Judas, traicionarlo,

pero también para

ellos, habrá una “buena

noticia”, la posibilidad

real y concreta de ser

“atraídos” por el Padre y

llamados a vivir la comunión

con Jesús, el Señor

de la Vida.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy