Cientos de fieles cumplieron ayer con Mama Antula y llegaron a Silípica para venerarla

Lágrimas y abrazos emocionados. Gratitud y solidaridad. Gestos que se repitieron ayer en la fría mañana de Villa Silípica, cuando casi un millar de fieles arribó a la capilla de Mama Antula, punto final de la segunda peregrinación que organizaron las parroquias Nuestro Señor de Mailín y Santa María.

Luego de una caminata que se inició el sábado pasado el mediodía, la columna que había partido desde la capilla del paraje Campo Alegre al amanecer, llegó a Villa Silípica aproximadamente a las 9.30, y el reparador matecocido servido por los voluntarios, sirvió para disponerlos a escuchar la misa central que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, y concelebrada por su obispo auxiliar, monseñor Enrique Martínez Ossola.

Mensaje

Durante la homilía de la misa principal, monseñor Vicente Bokalic tuvo palabras especiales para los peregrinos, tanto para los que llegaron caminando como los que lo hicieron por otros medios, y destacó que se trató de "un motivo lindo de encuentro".

"Qué lindo hablar de Silípica como un punto de encuentro, en medio de tantos desencuentros, de una Patria tan herida, por grietas, por las peleas y discordias", expresó el obispo santiagueño en un pasaje de su mensaje.

Habló de los pedidos que cada uno de los fieles hace a Mama Antula, destacando que especialmente tienen que ver con "la motivación para seguir caminando", en momentos en que se ven tan amenazados "el trabajo, las familias, los hijos".

Santidad

"Mana Antula nos da gracias, y en este momento se está estudiando un caso de milagro suyo, y vamos a rezar para que la puedan declarar santa, tenemos muchas esperanzas. Es lindo que junto renovemos nuestra fe, es algo que nos enseñó", destacó más adelante.

Por su lado, el padre Ramón Tenti, encargado de las parroquias organizadoras de la peregrinación, agradeció especialmente "a cada comunidad que a lo largo del recorrido ah preparado el recibimiento de los peregrinos, con sus gestos de amor en la elaboración de matecocido, del pan que se ha compartido, llenos de niños, de jóvenes, con sus modos muy sencillos de expresar la alegría y la fe".

Equipo de trabajo

"Quiero agradecer infinitamente al equipo con el que hemos estado trabajando estos tres meses juntos. Al equipo de las parroquias de Mailín y de Santa María; a los chicos del coro; una mención muy especial a los adolescentes del colegio Juan Pablo II que han preparado una obra de teatro extraordinaria junto a su profesor, sobre la vida de la Mama Antula", acentuó el sacerdote.

Mencionó especialmente a la Coordinadora Mariana de Peregrinaciones "que ha tenido un rol importante en el servicio y en la conducción de la peregrinación, y al grupo Yessi, también por su gran espíritu de solidaridad y de trabajo, con la que hace años que estamos trabajando juntos".