Sociedad Sirio Libanesa, un faro cultural eterno

La Sociedad Sirio Libanesa de La Banda sigue siendo un faro cultural, un espacio en donde el saber ocupa un lugar preponderante. Así como lo remarcaron sus fundadores, en octubre de 1931, hoy ese espíritu se mantiene inalterable en quienes conducen los destinos de este centro en donde, desde siempre, se integró plenamente a la comunidad toda.

Ricardo Jozami y Andrés Francisco Miotti, presidente y secretario de la actual comisión directiva, respectivamente, mantienen en alto esos valores que gestó don Luis Abraham Moisés, su primer presidente, y continuó don Nahib Nicolás Jozami, figura señera en esta institución, y todos los que presidieron la Sociedad Sirio Libanesa de La Banda.

En los tiempos que corren, en un país en donde el dólar marca el ritmo de la economía, Jozami y Miotti destacan el trabajo que desarrollan para que la institución se mantenga en pie. "Tenemos todas las cuentas en orden y la mirada fija en el objetivo de seguir haciendo de la Sociedad Sirio Libanesa un lugar en donde adquirir conocimiento es positivo y en donde la sociedad toda siga teniendo un lugar de encuentro y continuemos cumpliendo un rol social trascendente, como siempre lo ha hecho", destacó Miotti.

A la sede actual, que funciona en avenida Besares N° 160, le sumaron nuevas dependencias en la planta alta. "Apostamos a que nuestra institución siga creciendo más allá de todo. Es un edificio amplio, con comodidades y espacios confortables, además de una gran historia", remarcó Jozami en entrevista con EL LIBERAL.

"Ya tenemos varios oferentes que están interesados en alquiler uno de nuestros salones para instalar una confitería. Es un salón que está en el ingreso mismo al edificio principal. Seguimos trabajando con la convicción de seguir brindándonos a La Banda como lo hicieron siempre las anteriores comisiones directivas", destacó Ricardo Jozami.

Hoy, como ayer, más allá de la actividad comercial y social (cuenta con un centro asistencial y obra social, entre otros servicios, y tuvo un campo deportivo que fue ejemplo), la faceta cultural es lo que encumbra al Sirio Libanés de la "Cuna de Poetas y Cantores". Cuenta con una subcomisión de Cultura, que supieron integrar desde Adela Llugdar hasta Lidia Grana de Manfredi, que es la encargada de vigorizar esta área.

"Todos los sábados se realizan charlas y conferencias sobre diversas temáticas", remarcó Andrés Miotti al referirse a las actividades culturales puntuales que desarrollan actualmente. Otrora, florecieron desde conciertos de grandes orquestas hasta concursos y talleres literarios como también la enseñanza del idioma árabe, espectáculos teatrales, presentación de libros (aún continúan haciéndolo) y los recordados Jueves Culturales.

Jozami y Miotti apuestan a "seguir trabajando y brindándonos a la sociedad". Al margen de los tiempos que corren, "no bajamos los brazos y continuamos, con los demás directivos y la masa societaria, aportándole más luz a este faro cultural que tiene La Banda".

El cedro es el símbolo nacional del Líbano, que aparece en su bandera sobre un fondo blanco y flanqueado por dos franjas rojas. Y la figura de esta conífera originaria del Medio Oriente resalta en la puerta de ingreso a la Sociedad Sirio Libanesa de La Banda como cuantos lugares interiores cuenta el cuidado edificio. Dicen que el cedro, cuyo nombre científico es Cedrus Libani, es también una metáfora de la eternidad. Una metáfora que la actual comisión directiva de la Sociedad Sirio Libanesa de La Banda mantiene como bandera a la hora de planificar, de proyectar obras y acciones en bien de la comunidad.

El doctor Miotti, recurre a Seneca para reafirmar el trabajo que vienen realizando: "El galardón de las buenas obras es haberla hecho. No hay otro más digno".