Creen que el asesino del mecánico Móttola ya había matado con antelación y no fue descubierto Creen que el asesino del mecánico Móttola ya había matado con antelación y no fue descubierto
Sangriento e implacable como pocos, el asesinato del mecánico Eduardo Móttola podría haber sido ejecutado por un hombre que tenía ya un homicidio en su haber, aún impune.
Allí radica una de las nuevas hipótesis de los investigadores afectados a la causa desde la noche del 7 de agosto pasado, cuando fue fusilado Móttola en su taller de Pedro León Gallo, entre Santa Rosa y 8 de Octubre, del B° Libertad.
Por donde se contemple el triste fin del mecánico, la impronta del homicida conduce las sospechas a un hombre de las fuerzas de seguridad.
Investigación
‘Frío, imperturbable, decidido y con una buena puntería’ (dio en el blanco 5, de 6 tiros) reflejan carácter y cero temor a ser descubierto, graficó un investigador a EL LIBERAL.
El hombre manifestó que según la causa, después de las 20 del día fatal, Móttola recibió un llamado a su celular, pero desde un número desconocido.
Luego de ello hubo un hecho llamativo. "Váyanse muchachos nomás", habría indicado la víctima a su personal y quedó solo para cerrar.
Cerca de las 21 se presentó el asesino: "¡Eh, pará, pará!", lo escucharon gritar. Al instante, una pistola 9 mm vomitó 6 tiros, 5 dieron de lleno en el blanco.
Sin desesperarse, el extraño visitante abandonó el edificio y ninguno de los vecinos vio nada. Al menos eso declaran.
Deudas y paternidad
Un mes después, la fiscal Aída Farrán Serlé habría establecido que Móttola afrontaba compromisos con cheques aún impagos.
También, un incipiente enfrentamiento legal con una ex pareja casada, madre de una niña de 5 años que Móttola deseaba reconocer como suya.
La policía atribuiría a la víctima una serie de historias amorosas de alrededor de 5 años de vigencia.
La víctima había iniciado un pleito legal en que habría impugnado la paternidad de dos hombres, unidos por una misma mujer.
La fiscal no se guía, ni le resta crédito, al incidente judicial, pero juzgaría que el amplio "abanico" de sospechosos también se sostiene en un barrabrava, tres nuevas mujeres que aparecieron en las redes sociales y sus parejas.
