Vélez de San Ramón y Sarmiento no se sacaron ventajas en la primera final

La primera final entre Vélez y Sarmiento tuvo de todo (situaciones de peligro, goles, un expulsado, polémicas y buen marco de público), pero terminó en empate 1 a 1, en un partido disputado ayer en San Ramón.

El local pegó primero, a los 4 minutos por intermedio de Luis Luna, pero la visita llegó al empate a los 30 del complemento con un golazo de Daniel López. Sarmiento jugó poco más de 25 minutos con un hombre de menos por la expulsión de Carlos Torrez.

El partido

En los primeros minutos, Vélez se plantó en campo rival con la ambición de asumir el protagonismo en el juego, pero a los 4 minutos se encontró con un error de Gabriel Sandobal y la pelota le quedó a Luis Luna, que se fue mano a mano con el arquero Adamo y definió con un remate cruzado.

Sarmiento intentó responder, pero le faltaron ideas y se encontró con un rival sólido que lo presionó en el mediocampo para recuperar la pelota. Vélez siguió siendo más claro y profundo con la pelota, por lo que generó varias situaciones de gol en los pies de Rodrigo Lescano, Juan Garzón y Emiliano Gómez Cano, que no pudo aprovechar.

Sin embargo, a los 30, Daniel López dibujó una jugada brillante, en la que dejó desairado a Peyla, y definió con un remate potente, que se metió en el ángulo. ¡Golazo!

Tras el gol, el Profe se animó a ir en busca del triunfo y lo tuvo en los pies de Carlos Torrez, que disparó desde el borde del área y la pelota pasó cerca.

Vélez respondió con un centro al área, que Martín Romero supo anticipar, pero el balón pasó cerca del palo.

En el inicio de la segunda etapa, Sarmiento lució más ambicioso, al menos en el manejo del balón. A Vélez le costó meterse en el partido, pero con el transcurrir de los minutos logró mayor eficacia, quizá beneficiado por la expulsión de Carlos Torrez a los 20 minutos.

A partir de ahí, todo fue del Fortín de San Ramón, que se adueñó del balón y buscó espacios en la defensa para causar daño. Juan Garzón estuvo muy cerca con un remate desde fuera del área que pasó cerca del ángulo. Después apareció Salvatierra con un cabezazo que Adamo pudo atajar de milagro. Matías Noriega, con una proyección por derecha, también generó peligro. Y Martín Romero tuvo dos: una de cabeza y otra con un centro que rozó el travesaño.