Vendedor de una concesionaria cordobesa denunció "aprietes"

La Policía y la Justicia investigan una grave denuncia que radicó un joven vendedor de planes de autos, representante de una concesionaria cordobesa. El supuesto damnificado habría sido amenazado por un grupo de desconocidos y él afirma que son empleados de una agencia de venta de autos local.

Fuentes ligadas a la causa confiaron que el episodio se habría registrado el viernes por la noche en el bar de una estación de servicios de calle Moreno.

El denunciante, de 23 años, manifestó a los uniformados de la Seccional 1ª que es empleado de una concesionaria de la provincia de Córdoba, pero que él se desempeñaría en territorio santiagueño.

Siempre de acuerdo con su denuncia, el viernes alrededor de las 8, recibió un llamado telefónico de un hombre que se mostró interesado en adquirir un vehículo para su mujer, citándolo al bar de una estación de servicios, a las 20.30.

El damnificado se presentó en el lugar y allí llegó el supuesto cliente, el cual lo hizo en compañía de otro hombre. Ambos lo llevaron hasta un sector fuera del bar, más precisamente hasta un automóvil que, según afirmó, tenía distintivos de una concesionaria local.

Cuando se acercaban al vehículo, del rodado habrían descendido otros tres hombres, los cuales vestían prendas con distintivos de la misma agencia que el automóvil.

Grave

Los acusados -siempre según la denuncia- habrían exhibido una navaja y le exigieron que entregara su maletín con toda la documentación que poseía en el interior y su celular. El joven se habría negado a entregar sus pertenencias.

En ese momento los supuestos agresores habrían comenzado amenazarlo, diciéndole que no vuelviera a la provincia y que si lo volvían a ver lo iban a atacar a él y a su familia. Le advirtieron que él no podía realizar la actividad comercial que estaba ejerciendo en Santiago porque ellos eran los únicos autorizados.

No conformes con ello, los sospechosos lo habrían hecho subir al automóvil por la fuerza y en el interior lo habrían agredido físicamente, quedándose con su maletín y la documentación que contenía, para luego retirarse del lugar.