Detienen a dos hermanos que vendían drogas por la noche, cerca de una escuela y a clientela bien "top" Detienen a dos hermanos que vendían drogas por la noche, cerca de una escuela y a clientela bien "top"
Gendarmería nacional ayer desmanteló un "quiosco" narco a gran escala, regenteado por dos hermanos y con clientela inclinada a los vicios nocturnos caros.
El allanamiento se perpetró en un piso de calle Olaechea, entre Mitre y Urquiza, y estuvo a cargo de la División Antidrogas de Gendarmería.
El golpe fue el resultante de una serie de denuncias, con vecinos cansados del flujo nocturno en motos, autos y 4x4.
Una vez que Gendarmería tuvo la certeza del negocio, un juez firmó la orden de allanamiento.
Venta estratégica
La venta se realizaba en el departamento de los dos hermanos, a pocas cuadras de un colegio privado, frente al Parque Aguirre y clubes sociales y deportivos.
Justamente, ello definió la imputación de la Fiscalía: "tenencia con fines de comercialización", agravada por ser concretada cerca de escuelas, lugares de descanso, etc.
En el departamento, los gendarmes descubrieron dinero argentino, dólares, balanzas y elementos de cortes. Además se secuestraron dos autos.
De acuerdo con las denuncias, entre la cartera de clientes los más constantes eran travestis y prostitutas, en remises.
"Celulares que queman"
Un gendarme deslizó que adquieren un valor especial cuatro celulares incautados.
"Atesorarían" los números de numerosos clientes, pero cuya utilidad hoy es analizada por la fiscal.
Uno de los denunciantes indicó que la venta se acentuaba los fines de semana, de noche y a la madrugada.
Subrayó que también abundaban adolescentes al mando de autos caros, quienes gritaban de la vereda que venían "por lo de siempre".
En tres ocasiones se habrían producido graves incidentes: hubo dos casos de clientes que exigieron rebajas, sin lograrlo.
Circuito céntrico
Un investigador fue mucho más allá. Adelantó que el golpe certero no fue antojadizo.
Atribuyó a los dos hermanos el manejo de un negocio que mensualmente habría logrado varios miles de pesos.
Anoche, la calculadora de los contadores de Gendarmería trabajaba incansable, ya que estiman que por fines de semana fácilmente "movían" cientos de miles de pesos.
Sin embargo, clarificaron que el fuerte, lo "gordo", de la recaudación iba directo al bolsillo del proveedor cuya identidad aún se desconoce.
El objetivo de los gendarmes ayer era avanzar sobre los dueños de la droga.
Esa misión se torna casi imposible, ya que desde que le fueran colocadas las esposas, los hermanos se "declararon" mudos y sordos. La Fiscalía intentará persuadirlos de romper la veda verbal, cuando los indague la semana que viene.
