Pareja de policías mató a "motochorro" que usaba pistola de aire comprimido

Una pareja de policías mató a balazos a uno de los dos "motochorros" que, con una pistola de aire comprimido, la abordó con fines de robo cuando estaba adentro de un auto estacionado en la localidad bonaerense de Manuel Alberti, partido de Pilar.

Si bien el hecho quedó grabado por las cámaras de seguridad de un country de la zona y la Justicia no tiene dudas de que los policías dispararon porque vieron peligrar sus vidas, la fiscalía aguardaba los resultados de la autopsia y de otras pericias para definir si actuaron en legítima defensa o si cometieron algún exceso.

En la escena del hecho quedaron 12 vainas servidas, todas expulsadas de las armas policiales, mientras que la pistola secuestrada al ladrón muerto tenía apariencia de ser real pero sólo dispara balines de aire comprimido.

El caso ocurrió el sábado último, es decir dos días antes de que entre en vigencia la nueva reglamentación del Ministerio de Seguridad que avala a los efectivos de fuerzas federales a disparar a sospechosos de delitos aún cuando posean réplicas de armas o cuando huyan tras cometer un delito, lo que generó el rechazo de algunas organizaciones que sostienen que ésto permitirá a los policías "matar con impunidad".

Según las fuentes, todo comenzó cuando los policías estaban a bordo de un Chevrolet Corsa estacionado en el kilómetro 39 de la colectora 12 de Octubre, de la autopista Panamericana Ramal Pilar, sentido a la Capital Federal, a la altura del country Tortugas.

Los efectivos, una subteniente y un oficial subinspector del Comando de Patrullas de Malvinas Argentinas, son pareja y ella se dedica a tareas administrativas, detallaron las fuentes.

Pese a que estaban uniformados, ambos se encontraban franco de servicio adentro del auto estacionado cuando fueron sorprendidos por dos jóvenes que se aproximaron en una moto con fines de robo, con cascos colocados.

Según lo que se observa en los videos, mientras el conductor de la moto se quedó detrás del vehículo esperando, el acompañante se colocó adelante del Corsa, apuntó a los policías con el arma y les dijo que bajaran o los mataba.

Los policías extrajeron sus pistolas Bersa Thunder 9 milímetros y de inmediato comenzaron a disparar contra el "motochorro", agregaron los voceros.

Mientras el chofer de la moto escapó del lugar a toda velocidad, el ladrón que había bajado salió corriendo y trastabillando, pero aún así logró cruzar toda la traza de la autopista Panamericana hasta el guardarrail de la colectora de enfrente, donde cayó malherido.

Un conductor que lo vio cruzar rengueando la Panamericana y pensó que era una víctima de algún delito, bajó de la autopista y le avisó a una móvil policial que, tras una breve recorrida, lo encontró tirado agonizando pero aún con vida.

El sospechoso, identificado como Michel Alexander Mendoza (24), aún tenía colocado el casco, guantes y llevaba la pistola de aire comprimido cuando fue asistido por bomberos de la zona que le hicieron un vendaje en la herida de bala que presentaba en la parte posterior de un muslo, aunque finalmente se desangró y murió en el lugar.

Los policías asaltados dieron aviso de lo sucedido al 911 y al lugar llegaron efectivos de la comisarías de Pilar y la fiscal que tiene a cargo la causa, Valeria Oyola, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, que dio directivas para poder identificar y detener al "motochorro" prófugo.

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Al haber personal policial involucrado, la fiscal convocó para las pericias a Gendarmería Nacional, que secuestró las dos armas de los efectivos implicados.

Los gendarmes incautaron en la escena un total de 12 cápsulas calibre 9 milímetros, compatibles con la misma cantidad de proyectiles que faltaban en las armas de los policías, seis en cada cargador, agregaron las fuentes.

Además, determinaron preliminarmente que, de acuerdo a los orificios de bala que había en un vidrio del auto, la posición de las vainas y las trayectorias, los policías dispararon primero desde adentro del vehículo y luego desde el exterior.

Como la primera versión que le dieron a la fiscal fue que el único que había tirado había sido el oficial subinspector, su pareja brindó una declaración testimonial ante Gendarmería, en la que terminó por reconocer que ella también había bajado del auto y disparado, por lo que pasó de ser testigo a imputada.

Según las fuentes, en esa declaración, la mujer policía dijo que el delincuente se colocó delante del capot, los apuntó con un arma y le dijo a ella: "Bajá o te mato".

Siempre según sus dichos, la subteniente contó que su pareja "dio la voz de alto y los individuos respondieron con disparos" -algo por ahora no probado porque la pistola secuestrada a Mendoza es de aire comprimido-, por lo que ambos tiraron contra el ladrón, aunque ella dijo no recordar cuántas veces gatilló debido a los nervios.

La fiscal Oyola notificó a ambos policías de la formación de una causa en la que están imputados por "homicidio con exceso en la legítima defensa".

"No es que ya creamos que hubo un exceso, de ser así estarían detenidos ambos policías. Pero ésa es la hipótesis de máxima que tenemos que investigar para dilucidar cómo fue el accionar policial. Hay que esperar todas las pericias", explicó una fuente judicial.