Francia sigue convulsionada con protestas, desencantos y un tiroteo

Muchos chalecos amarillos prometieron ayer continuar con sus protestas en Francia pese a los alivios fiscales y mejoras en el poder adquisitivo anunciados por el presidente Emmanuel Macron, que costarán al Estado unos 11.000 millones de euros.

El gobierno defendió los anuncios de Macron ante críticas de la derecha por no explicar cómo serán financiados y de la izquierda, que presentó una moción de censura, por considerarlos insuficientes.

Por otra parte, una persona murió y otras diez resultaron heridas ayer cuando un hombre abrió fuego cerca de una feria navideña en el centro de Estrasburgo, informaron la policía y el alcalde de la ciudad del este de Francia, sede del Parlamento europeo. No se descarta que haya sido un acto terrorista.

El mercado navideño de Estrasburgo ya había estado en la mira de los yihadistas en el año 2000, cuando las fuerzas del orden detuvieron en la ciudad alemana de Francfort a una célula del grupo radical islámico Al Qaeda que pretendía atacar esa feria navideña y Catedral.

Asimismo, el presidente, no convenció a la mayoría de los franceses con su discurso destinado a poner fin a las manifestaciones de los ‘chalecos amarillos’, pero el movimiento de protesta perdió apoyo de parte de la población, indican encuestas publicadas ayer. El sondeo realizado por la empresa demoscópica Odoxa para el diario Le Figaro revela que el discurso pronunciado el lunes por Macron no sedujo a seis de cada diez ciudadanos, aunque sus propuestas sí encuentran en solitario un respaldo destacado.

Por último, los estudiantes de secundaria se están movilizando en contra del Parcoursup, un examen que otorga acceso a la educación superior; la reforma a la enseñanza y a los cursos del bachillerato y el inicio de un servicio social que deberán prestar los alumnos de alrededor de 16 años en materias como la cultura, la defensa, el medio ambiente, la ayuda a otras personas o las tutorías.

Cientos de liceos han sido bloqueados y se quejan que "el gobierno prefiere reprimir de manera violenta estas movilizaciones en vez de escuchar las reivindicaciones".