La Salamanca abogó por el cuidado de personas y mascotas

La 28ª edición del Festival Nacional de La Salamanca quedará en la historia de la ciudad no sólo por su cartelera y la masiva asistencia de público, sino especialmente porque por primera vez no se utilizaron fuegos artificiales a lo largo de las cuatro noches.

La decisión fue tomada por el intendente Pablo Mirolo en virtud de los efectos que los estruendos provocan especialmente en las personas con algún tipo de dificultad neurológica y también en los animales.

"Esta ha sido una decisión tomada con madurez y responsabilidad, porque entendemos del colorido del espectáculo y de que formaba parte del festival, pero debemos entender todos que la pirotecnia afecta a mucha gente, también a las mascotas, y nosotros no podemos ser indiferentes a esa situación. Este es un primer paso para avanzar en esta temática", explicó el mandatario al finalizar la última velada folclórica.

Esta iniciativa fue impulsada a través de la Oficina de Discapacidad de la Municipalidad de La Banda, dependiente de la Dirección de Desarrollo Social y Políticas Sanitarias, que se hizo eco del pedido realizado por organizaciones e instituciones sociales, educativas y de rehabilitación que trabajan para la integración, inclusión y los derechos de las personas con discapacidad.

De igual manera se tuvieron en cuenta los numerosos pedidos de familias que abogan por la prohibición del uso de pirotecnia con estruendo por sus efectos en las personas, como también en las mascotas.

Ante esto, el Departamento Ejecutivo resolvió no utilizar fuegos artificiales durante el desarrollo del Festival Nacional de La Salamanca.

Las numerosas manifestaciones a favor de esta decisión dieron todavía más fuerza a la idea de trabajar en la elaboración de un proyecto desde la Dirección de Desarrollo Social para ser presentado en el Concejo Deliberante con el objetivo de establecer mediante ordenanza la prohibición del uso de pirotecnia con efectos audibles y sonoros en todo el ejido municipal.