Los cerveceros artesanales santiagueños ganan terreno y apuestan a la innovación Los cerveceros artesanales santiagueños ganan terreno y apuestan a la innovación
Está más que claro decir que la
cerveza se convirtió en la bebida
preferida de las salidas, pero el
producto hecho artesanalmente,
y en Santiago del Estero, comenzó
a tener mayor relevancia y a
ganar un mercado que hasta hace
unos años era inesperado.
Aquello que para muchos productores
comenzó mediante el
uso de tecnología doméstica: ensayo - error, ensayo
- error, se convirtió en un crecimiento de fabricación,
después de un tiempo que llevó perfeccionar la elaboración
con sus distintos sabores y variedades para llegar
al consumidor.
Según la Cámara Argentina de Productores de
Cerveza Artesanal, se calcula que el rubro creció una
media de 40% en los últimos cinco años, de la mano
de unos 1500 productores artesanales en todo el país.
La categoría representa cerca del 2,5% de la industria
cervecera total.
Sin ir más lejos, en Mar del Plata, el consumo de
cerveza artesanal es del 12%. También es más notoria
la venta en cantidades, en ciudades grandes como
ser Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario y Bariloche.
Si bien Santiago del Estero está por debajo de
las estadísticas nacionales, no es la excepción a una
tendencia de consumo que empieza a hacerse visible
en bares y eventos de la provincia.
Para conocer sobre este tipo de emprendimientos,
EL LIBERAL consultó a distintos productores santiagueños
de cerveza artesanal y el desafío que implicó
montar un producto con sabores, aromas y texturas
diferentes al de la cerveza industrial.
“En Santiago recién hace poco tiempo se armó un
boom con el producto, porque la gente de sabor artesanal
es totalmente distinta y cuando encarás este
proyecto no quieres volver a la cerveza industrial”,
explicó la ingeniera en alimentos Anabella Di Meglio,
a cargo de Wayna Cerveza Artesanal Santiagueña,
junto a Alejandro Casih Filippini, emprendimiento
ubicado en el barrio Lomas del Golf.
Desde esta mirada, asiente a que el consumo de la
cerveza artesanal “no es moda, sino cultural, y el consumidor
está aprendiendo de a poco a notar la diferencia
cuando está degustando una buena cerveza”.
Alejandro acota que el santiagueño “recién está
experimentando el consumo, y hacer el cambio de la
cerveza industrial a la artesanal, es un cambio en el
sabor, en el amargor y el aroma. A veces se recomienda
tomar la cerveza muy helada, pero así se oculta el
sabor”, indica, y da un consejo útil para los amantes
del porrón: “la temperatura ideal para consumir es de
4°, 5° o 6° para poder sentir mejor el aroma y el sabor”.
Como todo emprendimiento que apunta al crecimiento
y lograr mayor asesoramiento, Di Meglio
aclara un punto clave en la rueda de la producción
y que a veces se desconoce: “No es lo mismo hacer
cerveza casera desde una olla que hacerla cuidando
muchos procedimientos que a veces se desconoce,
de allí la importancia de la capacitación y el asesoramiento
técnico. El cervecero es muy compinche con
su par, no lo ve como una competencia. Cada uno
tiene su forma y hay un mercado para todo y entre
los colegas de Santiago siempre hay buena camaradería”,
resaltó.
“No es moda,
es cultura”
Desde Achalay Cerveza Artesanal,
Hugo Medina, comenta que el santiagueño
“está lanzándose de a poco en
probar algo nuevo. Por eso justamente
es importante probar estilos de cerveza
para ir afinando el paladar. La gente
que prueba la artesanal ya nota la diferencia.
Te puedes tomar varias pintas
de cerveza artesanal y al otro día levantarte
sin resaca, por eso la importancia
de cuidar el producto”, comenta.
Achalay arrancó hace 4 años con su
producción y tiene de slogan: “la cerveza
artesanal no es moda, es cultura”.
Al igual que otros emprendedores,
la producción no tiene techo y Hugo
apuesta al crecimiento para saber
llegar al cliente con aromas y sabores
bien distinguidos, por eso, explica que
“lo que busca imponer el movimiento
cervecero real, es que cuando se pida
una cerveza, no se pida un color, porque
sobre un determinado color (roja,
rubia o negra) los estilos cambian totalmente.
Para muchos, las negras son
todas iguales, pero el estilo porter es
más tirando a chocolate, mientras que
una stout, más cerca a un gusto de café,
con cierto aporte del chocolate”, describió
entre algunas de sus características
que distinguen a su producto que lo
promociona en su patio cervecero ubicado
en el barrio Mariano Moreno séptima
ampliación de la capital santiagueña.
Agregó que en los últimos años,
“se logró una mejor aceptación de
la cerveza artesanal. No es lo mismo
probar del productor al cliente en
forma directa, porque no hay problemas
de temperatura, oxidación
por el sol y demás inconvenientes”.
Nueva apuesta
Desde Las Termas de Río Hondo,
la cerveza artesanal Macana apuesta a
ganar el mercado de la ciudad turística
por excelencia de Santiago del Estero.
Uno de los encargados del producto,
el marplatense Juan Eduardo Leoz,
comentó su experiencia personal con
la bebida. “Santiago es un muy buen
punto para vender cerveza artesanal.
El año pasado no veía barras y canillas
para servir y hoy, muchos se están
equipando para tirar cerveza artesanal.
Lograron también capacitarse para
llegar con este producto a la gente,
ya que no es lo mismo que los barriles
de cerveza industrial, que están pasteurizados
y pueden incluso estar a la
intemperie, mientras que la artesanal
requiere de muchos detalles, de conservarla
en un lugar fresco para que no
pierda la cadena de frío”, resaltó.
La cerveza artesanal no tiene ningún
tipo de químicos, ni conservantes,
ni colorantes, y desde esta característica,
los productores santiagueños buscan
marcar una tendencia en el mercado
y cooperar entre ellos. “Lo ideal sería
que habiera varias cervecerías artesanales,
para hacer a la variedad porque
todos crecen”, relata Leoz.
Por su parte, Alejandro Casih Filippini
aporta lo bueno de los cerveceros:
“No todos vendemos de la misma
forma, entonces a nosotros nos gustó
más hacer servicio en eventos, y no en
botellas como hacen otros productores,
y lo bueno es que toda esta movida
está en crecimiento”.
“No somos anti,
industriales, sino
procerveceros
artesanales”
“Tomar una cerveza artesanal tiene que ser suave y fácil de
hacerlo, y es para disfrutarla al terminar el día”, explica Raúl Collado
de Cervecería Artesanal Del Barco, ubicada en el microcentro
de la capital santiagueña. “La artesanal no es una cerveza más
–acota– implica relajarte y compartirla con alguien e intercambiar
sensaciones sobre el producto, porque te tiene que dejar algo”.
El productor explica que para la elaboración de esta bebida
“no se usan conservantes ni colorantes, sino productos naturales,
respetando las temperaturas y análisis sensoriales para salir
a la venta, por lo tanto, se cuida al producto y al cliente. El valor
agregado es que el mismo productor te la sirve directamente, lográndose
así un ida y vuelta que valoramos mucho. No somos anti
industriales, sino pro cerveceros artesanales y nos concentramos
en lo nuestro, sin competir, menos con los productores artesanales,
porque la ayuda entre los productores es constante y
siempre hay buena camaradería”.
A ello, Paola Yost, de esta misma cervecería, aporta: “Que haya
otros cerveceros en la comunidad, es importante porque implica
el crecimiento del consumo, entonces más gente se anima a
probar la cerveza artesanal”.
“Birra
santiagueña” con productos
típicos del monte
Una característica común entre la comunidad cervecera
local pasa en el tipo de producción, ya que la gran mayoría
de los emprendedores utilizan ingredientes tradicionales,
naturales y típicos del monte santiagueño.
Elaborado con “ingredientes naturales del corazón del
norte argentino”, como se presentan desde sus inicios, la
cervecería artesanal Del Barco apuesta a consolidar un
producto con sabores y aromas
del monte santiagueño.
Entre los estilos clásicos, elaboran la dorada
pampeana (rubia), scottish
(roja) y porter (negra), variedades
que fueron bautizados
con nombres en quichua
santiagueño: paru (rubia),
puca (colorada) y yana
(negra).
Las últimas novedades
fueron la experimentación
de la elaboración de cervezas
nitrogenadas y algunas variedades especiales con tuna
morada, lemon drop, miel, café de algarroba, y la “Armonía
pumpkin ale”, en homenaje al mercado santiagueño, que implicó
utilizar los aromas de distintos productos típicos de la
provincia para elaborar la cerveza como ser calabaza, canela,
arrope de chañar, jengibre y poleo.
Entre otras variedades, desde Achalay Cerveza Artesanal,
Hugo Medina comenta que su emprendimiento cuenta
con el agregado de productos autóctonos: harina algarroba,
chañar, cacao y demás ingredientes que se adquieren
de los productores del INTA, de allí la importancia de
considerar este tipo de elaboración de cerveza artesanal
como un alimento nutritivo. También, experimentó la stout
con cacao y café de algarroba, la choco ipa con lúpulos europeos
y del país.
Gallo
Cervecería
y su
apuesta
con el
“Negro”
de La
Banda
El Club Ciclista Olímpico de
La Banda lanzó recientemente
una línea de cerveza artesanal
buscando generar un nuevo tipo
de contacto con sus seguidores.
“La Negra” se presenta en envases
de 740 CC. y ya puede ser
consumida en el Carnaval de la
Familia, el Bar Bruno’s del club,
y en los juegos por Liga Nacional
de Basquetbol que dispute Olímpico
en el Vicente Rosales.
La cerveza que identifica al
“Negro de La Banda” es oscura,
cuerpo ligero y espuma cremosa
gracias a la avena agregada
en la cocción, con notas de sabor
a chocolate y tostado con
un toque de lúpulo final. En su
proceso de elaboración se utilizaron
maltas tostadas en diferentes
niveles que le otorgan
sabores y aromas de cereal
tostado. Es 100% natural
envasada y etiquetada por Tres
Gallos para Cervecería Gallo de
Santiago del Estero.
Gallo Cervecería trabaja
con el alquiler de barriles de 30
y 50 lts, con barra y canilla para
su expendio. Entre sus variedades
acercan al público: golden
ale, red ale y próximamente la
brown porter.