En 20 escuchas telefónicas, Petros y "Kiwi" hablan de drogas y fiestas privadas con invitados especiales

Una veintena de escuchas telefónicas entre el empresario Ramiro Petros y Luciano "Kiwi" Gamboa delataría que juntos organizaban fiestas privadas nocturnas, en las que había presencia de drogas y de jóvenes varones y mujeres a quienes se les suministraban estupefacientes, como en el caso de dos chicas "descompensadas" por ingerir "cristal" (metanfetaminas) sin saberlo.

Sería una de las herramientas con las que cuenta el fiscal Pedro Ibáñez, quien el miércoles que viene, desde las 10 de la mañana, continuará con la larga batalla legal, resuelto en obtener el dictado de prisión preventiva para Petros, Gamboa, Andrés Díaz Martínez y Cristian Sebastián Díaz.

En general, el grupo está imputado por "tenencia con fines de comercialización"; "suministro de estupefacientes a título gratuito" y "aplicación de estupefacientes mediante engaños", lo subrayó la Fiscalía en el arranque del debate en la antevíspera.

Las pruebas de escuchas telefónicas están guardadas en 276 CD grabados a lo largo de dos años, por orden del juez Federal, Guillermo Molinari.

A fines del 2018, el juez resignó competencia a la fiscal Aída Farrán Serlé y el escándalo estalló en enero con redadas masivas y la caída del grupo.

El todas las grabaciones, el común denominador sería la presencia de conversaciones en las que se habla de drogas, sin discriminar entre adultos o menores como consumidores.

De las escuchas se desprendería que Petros organizaba las fiestas en diferentes casas o en el B° privado "El Tatú", casi a 14 kilómetros (al sur) de la capital.

En su defensa, al ampliar su indagatoria (asistido por el abogado Miguel Torres), Petros habría señalado que el día en que dos chicas habrían sido drogadas con "cristal", él se encontraba durmiendo.

Sin embargo, al declarar, las dos supuestas víctimas lo habrían contradicho, señalado que al descompensarse Petros las habría auxiliado dándoles de beber agua.

Es la misma posición acusatoria que maneja el querellante, quien asiste a las familias de las dos jóvenes denunciantes, de 21 y 23 años.

Ambas habrían concurrido a la fiesta y después fueron conducidas en un vehículo al Hospital Regional, de acuerdo con lo que se advierte en sus presentaciones a fines de agosto.

En la primera jornada de las audiencias, la Fiscalía atacó con fiereza a "Kiwi", acusándolo de iniciar en la droga a menores de edad, basándose en los informes médicos sobre las dos denunciantes.

Sin embargo, uno de los defensores de "Kiwi", Diego Lindow, contragolpeó: "No está probado que las mismas hayan estado bajo los efectos de las drogas". l