Mazazo legal para los asesinos de Leda: seguirán presos hasta 2046 Mazazo legal para los asesinos de Leda: seguirán presos hasta 2046
Un tribunal de alzada
ayer habría confirmado las
perpetuas para todos los
homicidas de Leda Fabiana
Raimundi, la maestra
asesinada durante un sangriento
ritual umbanda el
14 de junio del 2012, en Villa
Robles, Robles.
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Pese al hermetismo impuesto
al fallo, trascendió
que los camaristas rechazaron
los planteos y confirmaron
la perpetua para
Mario Rojas, Guillermo Pereyra,
Gabriel Brandán, Lucrecia
y su hijo, Luis Esteban
Ledesma.
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Con ello, ratificaron las
condenas del 25 de octubre
de 2016, refrendadas por el
anterior tribunal: Julio David
Alegre Paz, Luis Eduardo
Achával y María Eugenia
Carabajal.
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Nulidades
En octubre de 2018, los
abogados Eugenio Chavarría,
por Guillermo Pereyra;
Sergio Brandán, por
Gabriel Brandán; Eva Valev
de Jensen, por los dos
Ledesma y Sergio y Ricardo
Crespín, por Rojas, atacaron
la condena con una
batería de nulidades.
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Sin verbalizarlo, la defensa
señaló que la instrucción
se nutrió de algunas
pruebas irregulares.
Por ejemplo, traslado
de presos fuera de horario;
interrogatorios sugestivos;
pruebas centíficas, etc.
Historia de sangre
Casi siete años atrás,
Leda fue conducida al
monte por el grupo, todos
umbandistas.
La mae Lucrecia había
“engatusado” a Rojas, ex
novio de Leda, al idear un
falso robo del cual él emergería
como héroe y salvador
de Leda.
Lo insólito fue que el
plan funcionó y Rojas terminó
entregando a Leda a
un sacrificio inhumano.
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Jamás los personajes
ventilaron la verdad real:
todos se acusaron entre sí.
Del zarandeo judicial, se
desprende que la “mae” dirigió
el secuestro.
Principio del fin
Arrancó de tarde en la
zona del Golf Club. Leda
fue conducida en remís hacia
su tumba.
En el camino, Brandán
la habría golpeado, mientras
un timorato Rojas no
advertía lo suicida de su
“ritual” para recuperar el
amor de la docente.
En Villa Robles, Leda
fue golpeada. Al parecer,
apuñalada en el cuello.
Rojas declaró que durante
el calvario, él fue
mantenido de rodillas y
quizá neutralizado con un
arma por Luis Ledesma.
De madrugada, todos
dejaron a Leda agonizante
y regresaron al centro. Fueron
a comer una picada en
una estación de servicios.
Alrededor de las 8 de la
mañana, un docente halló
el cuerpo mutilado de Leda.
Le faltaba un brazo y había mucha sangre.
El enigma
jamás se develó, pero conllevaba
una impronta umbanda,
dijeron los testigos.
Ahora, los condenados
deberán purgar, sí o sí, mínimamente
30 años en la
cárcel. Allá por el 2046 podrán
aspirar a pedir rebajas
y comenzar a proyectar su
reinserción en la sociedad.
