Lo excluyeron del hogar, retornó, se atrincheró y amenazó con suicidarse Lo excluyeron del hogar, retornó, se atrincheró y amenazó con suicidarse
individuo permaneció encerrado,
atrincherado, en
una casa del B° Rivadavia,
rodeado por policías y amenazando
degollarse con un
cuchillo.
La odisea alteró ayer la
paz en el vecindario en calle
Oquendo, entre Hermanos
Wagner y Rivadavia, según
la investigación que involucró
a varias fuerzas policiales
y a la fiscal de turno, Andrea
Juárez.
Todo hizo eclosión a las
12, al activar el botón antipánico
Carla Lorena Campos,
de 37 años, concubina
de Ramón Antonio Belizán,
de 36, con idéntico domicilio
de la mujer.
Encerrado y amenazante
Al arribar los policías,
Belizán se habría recluido
en una habitación armado
con un cuchillo tipo carnicero,
apoyado en el cuello,
y empezó a gritar que se
fueran, o se mataría.
En vano, su cuñada Vanesa
Campos lo exhortaba
a rendirse, ya que Belizán
parecía no entender razones.
Con el “personaje”
atrincherado, intervino
la Unidad de Situación
de Alto Riesgo y al menos
media docena de jefes policiales.
En breve, se pudo establecer
que Belizán fue excluido
del hogar el 11 de
marzo, mediante resolución
de la fiscal Silvina Paz,
quien le asignó a Campos
un botón antipánico.
El disparador
Justamente, ayer la mujer
lo activó al presentarse
Belizán en estado de ebriedad,
trascendió en medio
del descontrol.
Alertada, la fiscal habría
dispuesto la presencia de
una psicóloga de Sanidad
Policial, a fin de que calme
y exhorte a Belizán para entrar
en razón.
Después de una larga
jornada, y muy tensa, cerca
de las 17 la profesional convenció
y Belizán depuso su
actitud de quitarse la vida.
Entregó el arma blanca
y el personal del Usar le
puso las esposas por seguridad.
Al Independencia
Asimismo, la fiscal ordenó
que el hombre sea
conducido al hospital Independencia
para evaluarse
su estado de salud.
Una comitiva policial,
con la madre incluida, trasladó
a Belizán hacia el centro
de salud.
Allí, el médico de guardia
le suministró calmantes
y estableció que Belizán podía
controlar sus actos y no
representaba una amenaza
para sí mismo.
Finalmente, la fiscal
resolvió su aprehensión,
imputándolo por
supuestas “amenazas calificadas”
en perjuicio de
Campos.