Cardiopatías congénitas: detección y tratamiento Cardiopatías congénitas: detección y tratamiento
que desde la Fundación
Cardiológica Argentina y la Sociedad
Santiagueña de Cardiología se llevan
adelante sobre la necesidad de concientizar
a la comunidad sobre las
malformaciones cardíacas y la importancia
de su detección precoz, debemos
señalar que las cardiopatías
congénitas son defectos o malformaciones
de la estructura cardíaca y/o
de los grandes vasos que se encuentran
presentes desde el nacimiento.
En Argentina, cada año nacen casi
20 niños por día con cardiopatías
congénitas, constituyendo la malformación
más frecuente en los recién
nacidos. Con los tratamientos que
disponemos en la actualidad (que incluyen
no solamente procedimientos
quirúrgicos convencionales, sino
también mínimamente invasivos o
percutáneos) entre el 80 y 85% de los
pacientes portadores de cardiopatías
congénitas llega a la vida adulta. Sin
embargo, aún representan una de las
principales causas de muerte durante
el primer año de vida, sobre todo si
no son diagnosticadas y tratadas correctamente.
En nuestro país existe una extensa
trayectoria en el tratamiento interdisciplinario
pediátrico de las cardiopatías
congénitas que ha permitido
que una gran proporción de los niños
diagnosticados a tiempo y tratados
lleguen a la adultez. Sin dudas, los
avances diagnósticos y terapéuticos
en este campo han provocado que actualmente
la mayoría de los pacientes
con cardiopatías congénitas sean
adultos, tanto en cardiopatías leves
como severas. Esto implica un desafío
para el sistema de salud en general
y para los cardiólogos de adultos,
quienes debemos formarnos y especializarnos
para manejar pacientes
complejos y con patologías de características
diferentes de las que solemos
tratar cotidianamente, como la
enfermedad coronaria o la hipertensión
arterial.
Si bien hoy en día es posible diagnosticar
las cardiopatías congénitas
desde el embarazo con un ecocardiograma
fetal, en muchos pacientes el
diagnóstico se realiza de manera tardía:
en la niñez, adolescencia o adultez.
Esto implica riesgos aumentados para
el paciente, con una peor sobrevida.
La importancia de la detección
precoz:
Para una detección precoz resulta
de suma importancia que se realice
un control periódico de las embarazadas
y realizar ecocardiogramas fetales
en las madres que presentan un
riesgo aumentado de tener hijos con
malformaciones cardíacas (diabéticas,
madres portadoras de cardiopatías
congénitas, madres de otros niños
con cardiopatías congénitas, entre
otras).
Asimismo, muchas veces puede
detectarse un soplo cardiaco no funcional.
Por ello, en esos casos debe
realizarse un ecocardiograma doppler
que permite arribar al diagnóstico
y determinar la gravedad de
la cardiopatía congénita para poder
otorgarle un correcto tratamiento.
Tratamiento
En muchos casos el tratamiento
no es curativo y por lo tanto muchos
pacientes requieren seguimiento cardiológico
especializado de por vida,
y pueden sufrir complicaciones y requerir
nuevas intervenciones. Los
pacientes con cardiopatías congénitas
deben ser seguidos de manera interdiscilplinaria,
permitiéndoles que
tengan la mejor calidad de vida posible
y que puedan desarrollar todo su
potencial durante su vida.
También es útil recordar que medidas
tan sencillas como la administración
de ácido fólico previa y durante el
embarazo, así como la vacunación sistemática
contra la rubéola durante la
infancia para evitar la rubéola congénita,
permiten reducir el riesgo de que el
feto presente cardiopatías congénitas.
Es importante que la comunidad se
concientice también sobre la relevancia
de los controles obstétricos periódicos
durante el embarazo, que permiten
detectar las malformaciones cardíacas
precozmente.
Las cardiopatías congénitas son
frecuentes, pueden tener distinta
gravedad e implican un esfuerzo de
todo el equipo de salud para su prevención,
diagnóstico precoz, tratamiento
y seguimiento. El compromiso
de la sociedad (conociendo que
existen, que pueden ser diagnosticadas
y tratadas precozmente, lo que
mejora su pronóstico) y de las autoridades
(permitiendo que el Sistema
de Salud destine recursos para
el diagnóstico, tratamiento y seguimiento
de los pacientes con cardiopatías
congénitas) es fundamental.
No olvidemos que es un problema de
salud que nos afecta a todos.