El bisnieto argentino de Benito Mussolini criticó al papa Francisco por la pedofilia y los inmigrantes El bisnieto argentino de Benito Mussolini criticó al papa Francisco por la pedofilia y los inmigrantes
Cayo Julio César Mussolini
(Caio Giulio Cesare)
es el candidato de Fratelli
d’Italia (Hermanos de
Italia), un pequeño partido
de la derecha de Italia,
para las elecciones del
Parlamento Europeo, que
se realizará el próximo 26
de mayo.
El descendiente de “Il
Duce” es argentino de nacimiento
y fue criado en
Venezuela. En estos momentos
está en el sur de
Italia en plena campaña
para llegar a la institución
parlamentaria que en
la UE representa directamente
a los ciudadanos de
la Unión y que junto con
la Comisión Europea y el
Consejo de la Unión Europea
ejerce la función legislativa.
Hoy se ha convertido,
según los medios internacionales,
en la estrella
política de la derecha italiana,
y muchos aseguran
que Cayo tiene grandes
chances para llegar a Estrasburgo,
la ciudad francesa
donde funciona el
Parlamento Europeo.
De esta manera, es el
tercer Mussolini que se
aboca a la política. Alessandra,
nieta de Benito
Mussolini, es eurodiputada
por el partido de Silvio
Berlusconi, y su hermana
Rachele es consejera municipal
en el Ayuntamiento
de Roma.
Hasta el momento, el
bisnieto de Benito Amilcare
Andrea Mussolini,
nombre real de quien, por
más de veinte años rigió
los destinos de Italia, no
había dado una entrevista
a un medio argentino. Se
la concedió, en exclusiva,
a EL LIBERAL.
En un perfecto
español, Cayo reflejó
su pensamiento vivo sobre
la izquierda, el socialismo,
el facismo, el papa Francisco,
el Vaticano, los inmigrantes,
la pedofilia, la
corrupción, la xenofobia y
sus proyectos.
Contra Francisco
En el reciente Vía Crucis
en Roma, el papa Francisco
había alertado sobre
“todas las cruces del mundo”,
entre las que citó a los
migrantes que son rechazados,
los niños explotados,
los más pobres, las familias
perseguidas por el
egoísmo social y los descartados.
Caio Mussolini
fue frontal en su opinión
sobre la postura que tiene
el Sumo Pontífice sobre
estas cuestiones. Tras destacar
que el Santo Padre
tiene un doble rol, el de jefe
del Estado Vaticano y
jefe de la Iglesia Católica,
Mussolini fue contundente:
“El Papa sigue interfiriendo
en cuestiones internas
de un país soberano
que es el de Italia.
Con
respecto a los inmigrantes,
yo invitaría al Papa a
abrir las puertas del Vaticano,
que están muy bien
cerradas y protegidas por
altos muros, para que acogiera
adentro a todos los
inmigrantes que quiera,
puesto que hoy en día no
hay ni un inmigrante dentro
del Vaticano”.
Al referirse a los niños
explotados a los que refiere
el Papa, Mussolini opinó:
“Estoy de acuerdo con
él sobre el problema de la
explotación, pero el Papa
debería empezar a pensar
en la vergüenza de la pedofilia
en el mundo de la
Iglesia, especialmente con
lo que pasó en la Argentina,
en EE.UU. y en otros
países.
Debería, primero,
resolver cuestiones internas
antes de pedir a los
demás que pensaran en
esas cosas”.
-El Papa en su momento
dijo que la corrupción
y la xenofobia
“son lo peor de la
política”. ¿Qué piensa
en este sentido?
-La corrupción es un
daño en todos los países,
es un daño en cualquier
lugar. Es obvio, hay que limitarla,
reducirla, aunque
eliminarla es muy difícil.
Con respeto a la xenofobia,
como dijo un importante
pensador de derecha,
que se llama Marcello
Veneziani, los muros existen
para protegernos.
Los
muros garantizan nuestra
identidad, nuestra seguridad
y todos los muros tienen
puertas que se pueden
abrir si uno tiene los
títulos para poder entrar.
Además, con respecto al
tema de los inmigrantes,
en áfrica hay más de un
billón de personas, y en
Europa no caben. Así que
no es la solución.