Por actualización impositiva, se perfila nueva alza de combustibles para junio

A una semana del último in­cremento en el precio de los combustibles que se ubicó en un promedio del 4% y que lle­vó los valores de la premium por encima de los $50 por li­tro en la mayoría de los surti­dores locales, a nivel nacional ya se perfila un nuevo aumen­to para el mes venidero, a par­tir de una actualización de los impuestos que se cobran a los combustibles.

Desde el 1 de junio regi­rá un ajuste del 11,8% en ITC e impuesto al dióxido de car­bono, los que se revisan en forma trimestral. El anterior había sido el 1 de marzo. De­bido a la inflación acumulada del 11,8% en el primer trimes­tre del año, ese porcentaje se traducirá en un alza de $1,04 por litro en el caso de las naf­tas y de $0,65 en el gasoil, de acuerdo con las cifras que manejan en el sector.

La mayoría de las refi­nadoras considera, además, que habrá que remarcar pa­ra acompañar la devaluación del peso frente al dólar. En una empresa importante -que pidió no ser identificada- detallaron que hasta fines de abril, los precios de los combustibles subieron un 8%, mientras que la devaluación superó el 14%.

El petróleo que se refi­na para obtener combustibles cotiza en dólares. Por esa ra­zón, las cadenas de estacio­nes de servicio sostienen que deben acompañar la evolución del tipo de cambio. “Hasta acá, ya veníamos con un 6% de re­traso entre lo que ajustamos y la devaluación. Pero la depre­ciación continuó en mayo, por lo cual el desfasaje entre el dó­lar y los precios es del 20%”, explicaron desde una petrole­ra a Clarín. Casi todas las em­presas del sector sostienen lo mismo, que están atrasados y con necesidad de ajustar. Pe­ro en YPF -la líder del merca­do- no comparten exactamen­te esa visión.

Durante 2018, el proce­so de traspaso a precios de la devaluación tomó tres meses. Las petroleras creen que es­ta vez tomará un tiempo simi­lar o aún mayor. Los volúme­nes despachados de combus­tibles cayeron entre 7% y 6% en el primer trimestre (en naf­tas) y 8% (gasoil). La disminu­ción de ventas funciona como un amortiguador para los au­mentos de precios.

Vaivenes del dólar

Los vaivenes del dólar y el peso de YPF explican el por­qué las petroleras salen con aumentos del 9% (le pasó a Raizen con la marca Shell en abril) y luego retroceden al 4,5%. En mayo, le sucedió a otras banderas, que arranca­ron con 6% y luego retroce­dieron a un 4%.

A su vez, a nivel local, el ti­tular de la Cámara de Expen­dedores (Cepase), Pedro Llor­vandi, señaló que al margen de la cuestión impositiva en la que el Gobierno deberá decidir có­mo aplica el ajuste del ITC, si lo traslada pleno o si lo desdo­bla, apuntó que “hay cuestio­nes internacionales que tam­bién están influyendo, como la incertidumbre en el merca­do del petróleo por la cues­tión de Irán, porque hay incer­tidumbre en cuanto al abaste­cimiento de esta materia pri­ma, lo cual influye en el pre­cio”, apuntó.

Recordó además las dife­rentes variables que influyen en la definición del precio de los combustibles, entre ellas la inflación, el tipo de cambio y el precio del petróleo, ade­más de los costos fijos de ca­da expendedor. También expli­có que la paritaria cerrada re­cientemente para el sector in­cluyó un incremento del 28% dividido en etapas, lo cual tam­bién interviene en los costos finales.