Cardiólogo santiagueño recibió una importante distinción Cardiólogo santiagueño recibió una importante distinción
El médico cardiólogo santiagueño, doctor Javier Bonacina, fue distinguido por segundo año consecutivo por parte del Comité Científico del XXXVII Congreso Nacional de Cardiología, el cual se desarrolló la semana pasada en la ciudad de Rosario, Santa Fe.
Bonacina, quien es especialista en Electrofisiología Cardíaca, subespecialidad de la cardiología dedicada a las arritmias y marcapasos, recibió el premio al mejor artículo de Casos Clínicos 2018 con el título “Muerte súbita recuperada en un paciente pediátrico con diagnóstico de preexcitación ventricular intermitente y asintomático ¿Debemos ser más invasivos en el diagnóstico y tratamiento?”.
El año pasado había sido premiado por el mejor artículo de revisión de la revista de la Federación Argentina de Cardiología con el trabajo “Estratificación de riesgo en insuficiencia cardíaca mediante variables eléctricas”, trabajo con el que además ganó el primer premio el año pasado en el Congreso de Cardiología de Tucumán, según comentó el profesional.
El doctor Bonacina se desempeña en nuestra provincia como médico electrofisiólogo luego de su formación en la Fundación Fleni y en el Hospital Ramos Mejía en Buenos Aires, y su acreditación a través de la Universidad Nacional de La Plata como especialista universitario.
En declaraciones a EL LIBERAL, el doctor Bonacina remarcó la trascendencia a nivel científico del trabajo premiado debido a que “se trata de una patología poco frecuente, pero de alto impacto en la sociedad al tratarse de un evento de muerte súbita en pacientes jóvenes y aparentemente sanos”.
“La cura definitiva de la arritmia maligna que provocó la muerte súbita del niño se llevó a cabo con un procedimiento denominado ablación con catéter el cual le permite hoy al paciente de 10 años de edad llevar una vida normal”, precisó. Remarcó, finalmente, que esta patología arrítmica no es exclusiva de los niños y que puede manifestarse en diferentes etapas de la vida por lo que a su criterio considera “prioritario una evaluación cardiológica básica desde edades tempranas”.
