La salud ocular y las drogas: cómo afecta a los ojos su consumo

Las drogas son una de las principales causas de trastornos a nivel cerebral, pero además en muchos casos también pueden producir un serio daño en nuestra visión. El cerebro se guía en una gran parte por las imágenes o información llegada de nuestros ojos, si esta se ve alterada, repercute y distorsiona nuestra realidad.

La mayoría de estas drogas afecta a los ojos de distintas formas, muchos de estos cambios podemos verlos a simple vista, por ejemplo: desde los ojos rojos (hiperemia conjuntival), hasta las típicas pupilas dilatadas (midriasis), o afecciones internas mucho más severas como la afección del nervio óptico o de la retina que conllevará una pérdida de agudeza visual. En muchos casos la visión puede ser recuperada, en otros en cambio la afectación puede ser permanente o incluso provocar la pérdida total de la visión.

Después de esta breve introducción, voy a explicar el daño que producen las drogas más consumidas en la actualidad, tanto en jóvenes como en adultos.

Cómo afecta el alcohol

El alcohol es la droga más recurrente a nivel mundial, tanto es así, que su consumo en muchos aspectos de la vida está muy controlado. Por ejemplo, en muchos países la tasa máxima de alcohol permitida al conducir es de 0.5 g/l de sangre. Y a partir de esta cantidad se entiende que las consecuencias de dicha sustancia en nuestro cuerpo y sobre todo en la visión son notables.

Esa tasa de alcohol puede provocar verdaderos problemas visuales:

• La visión nocturna se ve mermada, problema llamado ceguera nocturna (nictalopía).

• Nuestros reflejos se ven seriamente disminuidos. El cerebro no puede funcionar a la misma velocidad y no tiene tiempo de reaccionar.

• El campo visual se ve reducido de forma importante. Es decir, la capacidad de la persona para ver objetos de su campo visual periférico, se ve afectada. De modo que nos será más difícil poder ver algo o alguien que entra en nuestro campo visual por los laterales.

• Somos más lentos a la hora de reaccionar.

• Nuestras pupilas tienen una respuesta más lenta, por lo tanto, nos cuesta más adecuarnos a los cambios de luminosidad.

• Se pierde la capacidad de distinguir ciertos colores.

• Además en casos de hipermetropía se puede ver borroso ya que el cristalino no responde con normalidad y no enfoca donde debe.

La ingesta de alcohol suele provocar la pérdida en un porcentaje importante de vitaminas como la B1, B6, la riboflavina y el ácido nicotínico. Si no tenemos suficiente cantidad de estas sustancias en nuestro cuerpo puede provocar la pérdida progresiva de la visión, y en algunos casos, la perdida de la visión central, que es la más importante. Las personas que toman alcohol diariamente y en cantidades importantes, pueden presentar síndrome de Wernicke cuyos principales síntomas son una alteración en el nervio que mueve los ojos, produciendo un movimiento involuntario del ojo (nistagmo) y la caída del párpado superior (ptosis palpebral)

Cómo afecta el tabaco

La sustancia que verdaderamente produce esa adicción en el ser humano es la nicotina. Esta sustancia es muy dañina para nuestros pulmones, además de perjudicial para otras partes del cuerpo.

Como nosotros hablamos de las implicaciones visuales, me voy a centrar en ello. La consecuencia que provoca la nicotina en la visión es la alteración de la sensibilidad al contraste (capacidad para diferenciar detalles cuando se le presentan dos estímulos muy similares). La forma más peligrosa que tenemos de consumir nicotina, es mezclada con alcohol, esto nos puede provocar daños en las fibras del nervio óptico y alterar nuestra visión de los colores. En casos extremos puede verse dañada la zona central de la retina (mácula), que es en la que tenemos una visión mucho más fina, y producirse una ceguera irreversible, aunque estos son ya casos muy severos. El tabaquismo también acelera la aparición y la formación de las cataratas. En esta patología, nuestro cristalino se vea afectado y se opaca impidiéndonos ver correctamente.

Cómo afectan los medicamentos

Los medicamentos no tienen por qué ser considerados drogas, pero pueden llegar a serlo ya que producen una respuesta en el organismo y un posible cambio en distintos órganos. Puedes imaginarte ya que algunos fármacos afectarán a nuestra visión.

Podemos clasificarlos de la siguiente manera, según afecten en este caso solamente al sistema visual. Algunos síntomas son debido a los efectos secundarios y otros debido a una intoxicación producido por ellos.

Tipos de medicamentos y cómo afectarán a nuestra salud visual:

• Antihistamínicos: sequedad ocular, visión borrosa y aumento del lagrimeo.

• Antibióticos: alteración de colores (visión en blanco/negro…), quemazón en los ojos, aumentar la sensibilidad de la luz.

• Píldora anticonceptiva: sequedad ocular.

• Antiarrítmicos: sensación de anillos alrededor de los objetos o fuentes de luz.

• Medicamentos con cortisona (tratamiento para dolencias de larga duración): elevación de la presión intraocular (P.I.O) con el correspondiente daño del nervio óptico (glaucoma). Y en algunas ocasiones la formación de cataratas o su rápida progresión.

Todos estos síntomas descritos anteriormente no tienen por qué presentarse, solamente es una pequeña posibilidad de las consecuencias que pueden llegar a tener.

Cómo afecta la cocaína

Esta droga es mucho más peligrosa que las anteriores para el organismo y actúa mucho más rápido en nuestro sistema que el resto. Es una sustancia que estimula la actividad del Sistema Nervioso Central con sus correspondientes consecuencias en el cerebro.

Tomar cocaína, produce de un modo inmediato un aumento de la presión arterial, taquicardias y pupilas dilatadas. En la mayoría de los casos acompañando a estos síntomas se produce un aumento de los halos alrededor de las luces y en el caso del aumento de la presión arterial, rupturas de vasos sanguíneos del ojo, con su correspondiente hemorragia, llegando a provocar una pérdida de la visión total.

Los adictos pueden sufrir frecuentemente una inflamación de los canales lagrimales si la cocaína se toma aspirada, produciendo edemas en el saco lagrimal lo que nos puede provocar mucho dolor.

En algunos casos se puede llegar a producir desprendimientos de retina, esto provocará automáticamente una disminución de la agudeza visual.

Cómo afecta la marihuana

Está claro que nos pone los ojos como tomates, pero ¿hay algo más? La respuesta es sí. Existe un estudio en humanos que pone de manifiesto que el consumo regular de marihuana puede retrasar el procesamiento de la información visual en la retina.

El responsable de los ojos rojos es el THC, es el compuesto del cannabis que produce una disminución de la presión arterial y una vasodilatación, lo que provoca un aumento del flujo sanguíneo y hace que el ojo se ponga muy rojo.

Precisamente esta propiedad hace del cannabis un elemento que se suele recetar para paliar los efectos del glaucoma, donde la presión intraocular sube hasta límites peligrosos. Tomando marihuana, la presión intraocular desciende para evitar males mayores. Las dosis deberán ser controladas siempre por un médico ya que los efectos adversos de la marihuana pueden ser también negativos para nuestra salud.

Cómo afecta el LSD

Es una droga que se sintetiza en laboratorio cuyos efectos se distribuyen en 3 fases:

1. Acción estimulante del SNC, lo que provoca aumento del ritmo cardíaco, elevación de la temperatura corporal y pupilas dilatadas

2. Esta fase es la psicodélica, donde los que prueban el LSD reciben una mezcla de informaciones sensoriales sinestésicas, llegando incluso a “ver sonidos”.

3. Fase depresora del SNC, donde el riesgo para la visión es a nivel de retina y están provocados por la hipertensión que esta droga provoca.

Desde la Sociedad de Oftalmología de Santiago del Estero aconsejamos evitar el consumo de todo tipo de drogas, en preservación de una adecuada salud física y ocular.