Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

En la semana de Santiago del Estero

24/07/2019 20:58 Santiago
Escuchar:

En la semana de Santiago del Estero En la semana de Santiago del Estero

por Dra. Nelvi Bravo Birchner

COLABORACIóN DESDE CáCERES, ESPAÑA

Muy lejos en distancia, sí; pero a flor de piel en los sentimientos que lo atan a uno al querido terruÑo, que lo vio nacer. Son lazos invisibles, pero de tal fuerza que a uno lo definen.

Nunca olvido las interminables charlas que mantenía con mi padre, donde abundaban los temas santiagueÑos: historia, leyendas, episodios, literatura y los temas personales que definían la relación padre-hija, que tuve con Domingo A. Bravo.

En esta fecha tan sentida de la Semana de Santiago, quiero acercarme a la fiesta, aunque más no sea por este medio que es el único del que dispongo por gentileza del Lic. Oscar Gerez de EL LIBERAL, tratando de ser lo más breve por razones de espacio.

Un artículo de Domingo A. Bravo, “Francisco de Aguirre, Fundador de Santiago del Estero”, editado por la revista Mundo Hispánico de Madrid, EspaÑa, allá, por el aÑo 1965, valga para ello. éste pudiera ser un buen comienzo, dando fe de su interés por la legendaria figura, interés que lo acompaÑó toda su vida y aparece posteriormente a lo largo de toda su obra.

En él nos dice: “En aquella época que la historia acota como Renacimiento, mientras Italia era una maravillosa fiesta de colores en los pinceles de Rafael y Miguel ángel, EspaÑa es sobre todo, una vibración de coraje que lleva al espíritu a acometer su temeraria empresa de lo heroico. Todos se sienten Quijotes. Cada espaÑol quiere ser un “caballero de larga fama”

De ese escenario heroico se despidió Aguirre, digno representante del momento histórico.

Tomemos hoy de aquella constelación a Don Francisco de Aguirre para nuestra recordación. No gusta de lides pequeÑas ni de empresas menudas, como bien lo hace notar Roberto Levillier. Pasa y repasa los Andes y llega en 1553 a nuestras tierras, apresa a NúÑez de Prado, fundador y gobernador de la Ciudad del Barco y lo remite a Chile. Luego traslada la ciudad viajera a su asiento definitivo. ¿Es solamente un traslado? ¿Es una fundación? Para nosotros, los santiagueÑos, Santiago del Estero es la ciudad de Aguirre. él la hizo, la consolidó, le dio cimientos indestructibles; con él comenzó Santiago a ser “Madre de Ciudades”. Su primogénita está ahí, la floreciente Tucumán.

Domingo A. Bravo nos refiere en Mi Carpeta: Lecciones SantiagueÑas:” Enrolado en el ejército del condestable de Borbón hizo la campaÑa de Italia, encontrándose en la célebre batalla de Pavía y en el asalto a Roma, donde tuvo una acción descollante.

En pos de nuevos horizontes se embarcó a América y llegó al Perú en 1537. Como conquistador realizó importantes campaÑas en el Perú y Chile, distinguiéndose por su valor, su inteligencia y su capacidad de trabajo. Fue el guerrero de la conquista que mejor comprendió el espíritu del indio.

Como premio a su acción el gobernador de Chile D. Pedro de Valdivia, con fecha 8 de octubre de 1551, lo designó teniente de gobernador de la provincia de Tucumán, donde un aÑo antes el capitán NúÑez de Prado había fundado la ciudad del Barco.

Dos aÑos después de su nombramiento, Aguirre cruzó los Andes y entró en Tucumán. Tomó por sorpresa la ciudad del Barco, se hizo reconocer gobernador del Tucumán leyendo la provisión de Valdivia, apresó a NúÑez de Prado, que andaba en campaÑa por regiones vecinas y lo remitió a Chile.

El Tucumán pasó entonces de la dependencia del Perú a la de Chile.

Entonces Aguirre sumó a los suyos los hombres y elementos que quedaban de la ciudad del Barco, marchó media legua al norte y fundó una nueva ciudad con el nombre de Santiago del Estero. No obstante la intensa búsqueda, el acta de fundación no se ha encontrado todavía. Pero el hecho se habría producido el 25 de julio de 1553, fecha aceptada por la Junta de Estudios Históricos de Santiago del Estero y la Academia Nacional de la Historia.

A ello cabe agregar para llamarle a nuestra capital: la ciudad de Aguirre que él la consolidó e incrementó su progreso, trayendo de Chile: armas, caballos, herramientas”

En su libro Episodios Provincianos, Domingo Bravo nos refiere: “La asombrosa capacidad de gobierno de Francisco de Aguirre lo allanó todo y despachó, en los primeros días de su gobierno, a siete compaÑeros para que fueran a Chile por auxilio, para sustentar a la naciente ciudad. Sólo volvieron a Santiago tres “que fueron los capitanes bartolomé de mansilla, hernán mejías e pedro de Cáceres… e truxeron un sacerdote e semilla de algodón e plantas de viÑas e otras plantas de EspaÑa y el algodón ha sido de tanto provecho que los naturales y espaÑoles se visten de ello desde entonces”.

La aldea santiagueÑa comandada por Aguirre pronto se erigió en la indiscutida capital del Tucumán, extensa comarca que comprendía todo el noroeste y centro del país.

Así lo han reconocido altas autoridades reales, para que le hayan acordado a la pujante aldea de Aguirre, las distinciones regias de proclamarla pueblo con jerarquía de ciudad por Cédula Real firmada en Madrid el 22 de marzo de 1577 y le otorgan el título de nobleza en categoría de “muy noble” acordada por Cédula Real firmada en San Lorenzo (Escorial) el 19 de febrero de 1577 con adjudicación de un simbólico Escudo de Armas”.

También en Episodios Provincianos, Domingo A. Bravo, da cuenta de la creación de un hospital en la capital santiagueÑa, destinado a espaÑoles y nativos, que sería el primero de la futura Argentina, dato que gustaba recrear en nuestras habituales conversaciones, dada la circunstancia de mi profesión médica.

Volviendo al artículo original arriba nombrado para la Revista Mundo Hispano, Domingo Bravo nos refiere: “concibió la gigantesca empresa de fundar un puerto santiagueÑo sobre el Río de la Plata y se lanzó a la hazaÑa.

Tuvo que luchar contra grandes enemigos. Estos eran oidores, clérigos, gobernadores y capitanes. Pero estaban tendidos solapados hilos invisibles en la trama de los acontecimientos. Y una trágica noche, sus enemigos le asestaron el zarpazo traidor, y “el caballero andante” que ha galopado por medio continente, es reducido a prisión, engrillado y remitido bajo segura custodia al Perú.

Ahora a varios siglos de sus hazaÑas, su querida ciudad de Santiago del Estero, cuyas calles polvorientas hollaron sus plantas y bajo cuyo límpido cielo, concibiera grandes empresas, le rinde el tributo de su recuerdo y gratitud. Con acta o sin ella, la formó, la defendió, la consolidó y le dio vida material y moral: la plantó ante la Historia, por los siglos de los siglos, con la indiscutida jerarquía de capital del Tucumán”.

En otro artículo que mi padre me remitió a EspaÑa en 1997, también para Mundo Hispánico, concluye:

“Santiago del Estero ha pagado deudas de gratitud a su fundador, asignándole su nombre al parque de la ciudad y erigiéndole una magnífica estatua donde mismo forma sus esteros el río”. l

La aldea santiagueÑa comandada por Aguirre pronto se erigió en la indiscutida capital del Tucumán, extensa comarca que comprendía todo el noroeste y centro del país.

Así lo han reconocido altas autoridades reales, para que le hayan acordado a la pujante aldea de Aguirre, las distinciones regias de proclamarla pueblo con jerarquía de ciudad por Cédula Real firmada en Madrid el 22 de marzo de 1577 y le otorgan el título de nobleza en categoría de “muy noble” acordada por Cédula Real firmada en San Lorenzo (Escorial) el 19 de febrero de 1577 con adjudicación de un simbólico Escudo de Armas”.

También en Episodios Provincianos, Domingo A. Bravo da cuenta de la creación de un hospital en la capital santiagueÑa, destinado a espaÑoles y nativos, que sería el primero de la futura Argentina, dato que gustaba recrear en nuestras habituales conversaciones, dada la circunstancia de mi profesión médica.

Volviendo al artículo original arriba nombrado para la revista Mundo Hispano, Domingo Bravo nos refiere: “Concibió la gigantesca empresa de fundar un puerto santiagueÑo sobre el Río de la Plata y se lanzó a la hazaÑa.

Tuvo que luchar contra grandes enemigos. Estos eran oidores, clérigos, gobernadores y capitanes. Pero estaban tendidos solapados hilos invisibles en la trama de los acontecimientos. Y una trágica noche, sus enemigos le asestaron el zarpazo traidor, y “el caballero andante” que ha galopado por medio continente, es reducido a prisión, engrillado y remitido bajo segura custodia al Perú.

Ahora, a varios siglos de sus hazaÑas, su querida ciudad de Santiago del Estero, cuyas calles polvorientas hollaron sus plantas y bajo cuyo límpido cielo, concibiera grandes empresas, le rinde el tributo de su recuerdo y gratitud. Con acta o sin ella, la formó, la defendió, la consolidó y le dio vida material y moral: la plantó ante la Historia, por los siglos de los siglos, con la indiscutida jerarquía de capital del Tucumán”.

En otro artículo que mi padre me remitió a EspaÑa en 1997, también para Mundo Hispánico, concluye: “Santiago del Estero ha pagado deudas de gratitud a su fundador, asignándole su nombre al parque de la ciudad y erigiéndole una magnífica estatua donde mismo forma sus esteros el río”. l


Lo que debes saber
Lo más leído hoy