La lucha cotidiana de enseñar los ritmos folclóricos en las escuelas en donde trabajan

Tere, Patricia, Roxana y Daniela son docentes. En su diario quehacer en la formación de jóvenes y adolescentes deben sortear escollos a la hora de hablar ante sus alumnos acerca de la necesidad de revalorizar el quichua, los ritmos folclóricos y todo aquello que represente la identidad de un pueblo.

“Este es el año de las Lenguas Originarias. Por reglamento, en las escuelas están enseñando canciones, están dando a conocer la existencia de esta lengua. ¿Vos sabes que hay resistencia? Me contaba una compañera nuestra, docente, que los chicos inmediatamente captan y lo cantan, por fonética, pero hay resistencia. Es una cuestión cultural muy fuerte”, reflexionó Tere amte EL LIBERAL.

“Desde lo cotidiano, les digo que uno utiliza términos en quichua que quizás no sabían el origen de esa palabra. En esos ejemplos, en esas cosas del momento, me parece que es importante”, añadieron Patricia y Roxana.

En tanto, Daniela precisó: “Todos los días tratar, desde su cultura urbana, de meter una chacarera, enseñarles una vidala y ritmos folclóricos. Aceptan con mucho gusto, sobre todo cuando van creciendo. En el 3° año o en el 5° aceptan mucho más el folclore. En los primeros años son como más urbanos, más del regguetón y todo eso, pero es una tarea diaria de enseñarles nuestro folclore”.

Mientras siguen difundiendo “Etnias”, trabajando en su próximo disco, enseñando en los establecimientos educativos locales, Soles y Lunas se prepara para presentarse el 21 de noviembre en el teatro 25 de Mayo.l