Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Política

La historia oculta del santiagueño asesinado en una masacre de la Triple A

25/08/2019 01:08 Política
Escuchar:

La historia oculta del santiagueño asesinado en una masacre de la Triple A La historia oculta del santiagueño asesinado en una masacre de la Triple A

El 27 de junio pasado la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata rindió un homenaje a los estudiantes, docentes y no docentes desaparecidos durante la represión de los 70, antes y durante la dictadura.

El homenaje consistió en la entrega de los legajos que tenía la casa de altos estudios a los familiares de los desaparecidos.

Entre el listado de víctimas, un total de 35 en esa facultad, se encuentra un joven santiagueño, oriundo de La Banda, Julio Horacio Urtubey Gómez, que estudiaba cine.

Su caso recién salió a la luz debido a la decisión de su primo, Héctor Marcelo Urtubey Gallo, de contar su historia que era prácticamente desconocida en Santiago del Estero. Es que tras el trágico fin del estudiante, el fuerte impacto hizo que su familia eligiera mantener en reserva este hecho; incluso en los organismos de DD.HH. locales este joven no figura en el listado de santiagueños desaparecidos -asesinados.


Te recomendamos: El terrorismo que sembró la organización de ultraderecha


Julio Horacio Urtubey Gómez nació en La Banda el 9 de abril de 1948, era hijo del escritor y periodista Julio Horacio Urtubey (f) y de Luz Aída Gómez (f), también bandeños. Además, su madrina fue la reconocida escritora bandeña Blanca Irurzun, amiga de su padre.

La matanza

Julio Horacio Urtubey Gómez llegó en 1972 a La Plata para estudiar cine en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP.

La Universidad Nacional de La Plata, era por entonces, el centro universitario y de pensamiento político más importante del país.

Julio Horacio militó allí en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN) y luego con la unificación de los grupos universitarios peronistas, en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). También fue uno de los fundadores de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) en el ámbito de los trabajadores del Hipódromo de La Plata, donde trabajaba a la par que estudiaba cine, su gran pasión.

El 3 de abril de 1975 fue secuestrado junto a su novia Nélida Ofelia Villariño Bolentini (estaban comprometidos) y otros cinco jóvenes estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP, en la vía pública en la ciudad de La Plata.


Te recomendamos: Su padre regresó a Santiago y fundó la Escuela de Periodismo


Al día siguiente, los cuerpos sin vida de Julio, de Nélida y de los otros cinco jóvenes aparecieron sin vida a la vera de un camino entre Punta Lara y Villa Elisa, en el interior de La Plata.

Julio tenía 26 años y cinco días más tarde, el 9 de abril, cumpliría 27. Tenía un disparo en el pecho: fue ejecutado. Su muerte fue atribuida a la temible Triple A, organización parapolicial de derecha que operó en los gobiernos de Juan Domingo Perón y María Estela “Isabelita” Martínez de Perón. El crimen aún se mantiene impune, porque no fue juzgado.

El cuerpo del estudiante santiagueño fue enterrado en La Plata y con ello, también su historia que fue “desenterrada” 44 años después, gracias al testimonio de su primo Héctor Marcelo Urtubey Gallo que días atrás fue contactado por la UNLP para entregarle el legajo universitario de su familiar, y que hoy cuida como un valioso tesoro.

A través del relato de sus familiares, Urtubey Gallo logró reconstruir la historia y el perfil de su primo.

“él tenía militancia política dentro de la universidad y la misma universidad lo reconoce en su legajo. Le decían el ‘Loco’, y junto con su novia y sus compañeros, tenían militancia en la Juventud Universitaria Peronista.

Era alto y delgado. Tenía militancia política dentro de la universidad, pero también era un militante peronista de la Juventud (JP) y lo que significaba en esa época, ya que se la consideraba el brazo político de Montoneros”, contó en una entrevista exclusiva con EL LIBERAL.

Sobre el fatal desenlace de su primo, recordó: “A mis abuelos los habían alertado de que esto podía ocurrir.

Julio integraba organizaciones peronistas de base, fue fundador de algunas, incluso, y  probablemente tenía algún vínculo con Montoneros. Fue secuestrado junto a su novia y cinco estudiantes, y aparecieron en un camino del interior de La Plata al día siguiente, todos asesinados”.

-¿Por qué la necesidad de dar a conocer esta historia después de tantos años?

“Siempre me pareció injusto que no se conociera este caso. La tragedia de Julio Horacio que enlutó a toda la familia, merece ser rescatada”.

-¿Qué pasó con su caso?

“Lo mismo que pasó con los crímenes de la Triple A en el 75,  están todos impunes. ¿Quiénes eran la Triple A? Eran grupos paramilitares y parapoliciales.

El caso de mi primo está registrado en la causa madre 1384 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, capítulo 7, “cuestiones de hecho, número 14 y 16, acciones de la denominada Triple A, es decir, la Conadep, que no tocó en profundidad las causas de la Triple A aunque después se amplió la investigación sobre las muertes de esta agrupación”.

Rescate del olvido y homenaje

La Universidad de La Plata decidió en 2015 a través de una resolución interna “disponer la inscripción de la condición de detenido-desaparecido o asesinado, en los legajos de los docentes, no docentes, graduados y estudiantes de esta Universidad” y dejar constancia de los “reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de todos aquellos que fueron víctimas de la última dictadura cívico-militar”.

“Su legajo (de Julio) al igual que los de las otras víctimas fueron rescatados de un pozo, muchos expedientes estaban podridos y en el 2015 se puso el estatus de asesinados y desaparecidos y comenzó la tarea de recuperación y restauración de los legajos”, contó Urtubey Gallo.

Sobre la ceremonia, consideró que “el acto institucional fue una reivindicación a esos jóvenes que participaban activamente en la Facultad, y que además trabajaban, porque Julio Horacio trabajaba en el Hipódromo, donde además, era delegado”.

“En su legajo, señala que el caso por su crimen quedó impune, aunque se sabía que sus asesinos eran la Triple A”, apuntó el primo del santiagueño asesinado por esta organización terrorista de derecha.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy