Una esposa que impulsó a su marido a no cansarse nunca

Hablar de doña “Pepa” de Vera es remitirse automáticamente a la época gloriosa del ciclismo termense. Josefa Rosa Ordóñez de Vera, tal su nombre completo, tiene hoy 93 años. Vive desde los 15 años en Villa Balnearia y siempre trabajó a la par de su esposo, un reconocido ciclista de las décadas del 40, 50 y 60 en su casa se hospedaron figuras de renombre del ciclismo nacional como también viajaron a varios lugares del país.

“Toda mi vida estuve acompañando siempre a mi marido en el ciclismo. Todos los años recibo visitas de ciclistas que llegan a la casa a saludarme. En aquellos años, todos se acomodaban y dormían en los colchones distribuidos en distintos lugares. Llegué de la localidad de Naranjito y mis suegros llegaron de Tucumán. Cuando todavía no estaba el puente carretero nosotros cruzábamos el río a caballo para ir al centro de la ciudad, en tiempo de crecida le daba hasta el cogote el agua al animal. Cuando se construyó el puente ya lo hacíamos caminando y en bicicleta. Otra gente tomaba la balsa para dirigirse de un extremo al otro”, recordó sobre los inicios de un pueblito que se transformó en la maravillosa y pujante ciudad que es hoy.

Recordando aquellas épocas en que la bicicleta tenía mayor protagonismo en la vida diaria, relató: “Mi esposo empezó con pocas herramientas cuando abrió su bicicletería; con el tiempo hizo buena clientela y muchos amigos, principalmente del campo”.

Comparando aquellos años mozos, y la actualidad, doña “Pepa” expresa con un brillo de nostalgia en la mirada: “En los años de mi juventud no había muchas construcciones, recién empezaban la edificación de hoteles y nuevos comercios y estaban los primeros baños termales. Hoy la ciudad ha cambiado, tuvo un gran crecimiento y sé que llegan turistas de distintos lugares de Argentina”.

Mucha agua pasó bajo el puente y hoy toda su descendencia creció: “Tengo 7 hijos, 4 mujeres y 3 varones; una de mis hijas es monja y vive en los Estados Unidos”. Son los nuevos protagonistas de la historia de progreso de la ciudad, tal como ella lo fue en el aspecto deportivo al alentar a su esposo a no rendirse jamás.l