"El tema de la educación es fundamental; no es fácil, pero tampoco imposible"

Por Mario Díaz. Profesor de Educación Física, especialista en preparación física.

Esta es la temporada alta de los gimnasios, de los centros de actividad física, y comienzan a verse los casos de sobreexigencia en todos los aspectos, desde las económicas hasta las de consumo, invadidos por el tema de la cultura corporal, el cuerpo magro, de la salud como parte de esa visión estética que es la propaganda mundial.

Y comienzan también los problemas. Por ahí no van al médico, no van al nutricionista, y van directamente al consumo de lo que es la actividad física propiamente dicha en el gimnasio, o lo que es peor, bajando aplicaciones o estándares de internet, y salen a algún lugar a hacer actividad física, sin indumentaria adecuada, sin los protocolos adecuados a su nivel, y lo más difícil de lo que nos toca vivir a los profesionales que estamos en esto, es la individualización de las cargas de entrenamiento.

Las personas vienen sin un chequeo médico. No pueden acceder rápidamente a un chequeo médico formal como corresponde, como una ergometría para el esfuerzo que es lo básico. Ojalá pronto podamos tener un protocolo para hacer esto, así no exigir tanto a deportistas amateurs, y prevenir la muerte súbita, sobre todo a aquellas personas con sobrepeso, obesidad o diabetes que van a un gimnasio a hacer actividad física como parte de su tratamiento.

El tema de la educación es fundamental, no es fácil, pero tampoco imposible. En el gimnasio lo hacemos permanentemente. Es variado lo que buscan los hombres y mujeres que van a un gimnasio. En los últimos años ha crecido mucho la actividad de correr, y los beneficios en la persona son múltiples y buenos, pero al poco tiempo empezamos a ver personas con sobrepeso corriendo un maratón. O sea, la actividad es buena, pero hay que saberla dosificar y llevar adelante esto.

Desde un tiempo a esta parte, mucha gente recibe información e inmediatamente lo quiere consumir, buscan exacerbar sus límites, llevados por toda esa información. Pero no se hacen un chequeo médico, no se controlan la parte nutricional y, obviamente, después vienen las lesiones.

Esas son las características de las personas que acuden hoy a los gimnasios. Y hay que destacar que antes, tanto hombres como mujeres iban al gimnasio por una cuestión estética, hoy ven la actividad física como un medicamento, como parte de su actividad cotidiana para un mejoramiento de la salud. Después recién van en busca de sus límites y comienzan a participar en competencias.

Algo que tienen que tener en cuenta los que hacen actividad física es la hidratación. Cada diez o quince minutos hay que hidratarse con agua, no con bebidas isotónicas.