Seis años de prisión por embarazar a una jovencita con retraso madurativo Seis años de prisión por embarazar a una jovencita con retraso madurativo
Un tribunal condenó a seis años de prisión a un jornalero de esta ciudad, tras abusar sexualmente y embarazar a una adolescente.
La pena recayó ayer, al mediodía, en contra de Dante Saavedra, a quien se revocó la excarcelación y alojó en un organismo de seguridad por “abuso sexual con acceso carnal”.
De acuerdo con la investigación, Saavedra vejó a una menor y a los 16 años quedó embarazada.
Alerta familiar
Urgente, su familia interpuso la denuncia que terminó con Saavedra preso por el embarazo.
Como la víctima no lograba hacerse entender con claridad, la investigación se dilató más de la cuenta.
Después de tres años y medio, la abogada Nuria Kippes interpuso un pedido de cese de prisión que prosperó en la Justicia.
Por ende, Saavedra llegó al debate libre y su historia fue potestad de los vocales Julio David Alegre Paz, Margarita Piazza de Montoto y Luis Achával.
Pruebas
La sentencia estuvo precedida de una exhustiva valoración de los informes médicos, psicológico y el trascendente ADN.
De acuerdo con el proceso, la ciencia se transformó en aliada clave, ya que estableció la paternidad de la bebé en un 99,9%.
Desde esa certeza, todos los esfuerzos fueron cuesta arriba, potenciado por el relato de Saavedra.
Al hablar ante el tribunal, el imputado reconoció haber abusado de la adolescente, lo cual propició, por mera añadidura, un desenlace condenatorio.
Antes de las 13.30 los vocales dejaron caer el “martillo” y la fría letra de la Ley dejó sin efecto la excarcelación y mandó a Saavedra tras las rejas.
El peón se retiró del recinto en silencio, esposado y con una mirada de neta resignación.
“Estamos cansados de libertades huérfanas”
A contrapelo de otras sentencias, el vocal Julio David Alegre Paz destinó largos minutos para instar a Saavedra a procesar con inteligencia lo vivido “y a acercarse un poco a Dios”.
Con impronta muy instructiva y terrenal, el camarista indicó: “Estamos cansados de libertades huérfanas”, cual metáfora de todo hombre que por sus actos es privado de la libertad.
“Tengo autoridad para juzgarlo, pero no sé si moralmente puedo hacerlo”, reflexionó, subrayando que nadie sabe (o puede aventurar) si mañana puede, o no, estar en lugar del condenado.
El objetivo tan buscado por Alegre Paz fue que Saavedra advierta que aún ante la crudeza de sus acciones, esas por las que purgará una pena, la vida le ofrece la oportunidad de redimirse.
Los seis años de condena conllevan también el inequívoco desafío de zarandear entre sus excesos innombrables y procurar alcanzar algún día una versión más humana, en especial para cuando sea reinsertado en la sociedad. No estancarse en lo que fue, sino trabajar forjándose ya como un hombre nuevo.
