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¿Cómo pueden afectar al ojo las enfermedades de la tiroides?

21/10/2019 22:08 Opinión
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¿Cómo pueden afectar al ojo las enfermedades de la tiroides? ¿Cómo pueden afectar al ojo las enfermedades de la tiroides?

La glándula tiroidea (o tiroides) es un órgano localizado en la parte frontal del cuello, justo bajo la laringe. Su función es regular diferentes tipos de hormonas, principalmente la tiroxina. Las principales alteraciones funcionales de la glándula tiroidea son el hipotiroidismo e hipertiroidismo. Ambos casos influyen de distintas maneras en el cuerpo y es muy importante controlarlos para que no afecten a la calidad de vida del paciente.

En todos los enfermos, el control de la enfermedad lo llevará el especialista médico, que en este caso es el endocrinólogo. De todas formas, los pacientes que tienen síntomas oculares moderados o severos deben visitar también a un oftalmólogo.


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En muchas ocasiones, estas enfermedades pueden afectar a la salud ocular. A lo largo de este artículo se presentarán estas afectaciones visuales de la enfermedad tiroidea. Pero antes, vamos a hablar de algunas características de las dos enfermedades más frecuentes: el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una enfermedad que se produce cuando la glándula tiroidea no produce suficientes hormonas tiroideas. Como consecuencia, el metabolismo se ralentiza y la persona empieza a sufrir una gran cantidad de problemas de salud que afectan su calidad de vida. Es la enfermedad tiroidea más frecuente y afecta principalmente a mujeres.

Entre las alteraciones de salud que produce, encontramos:

- Agotamiento o debilidad.

- Aumento de peso u obesidad.

- Falta de apetito.

- Cambio o desorden en los períodos menstruales.

- Ausencia de deseo sexual.

- Sensación de frío.

- Estreñimiento.

- Dolores musculares.

- Uñas quebradizas.

- Caída de cabello.

- Piel reseca.

- Intolerancia al frío.

- En algunos casos, falta de memoria o problemas de concentración.

- En los casos más severos, problemas coronarios, del riñón, de hígado…

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es todo lo contrario al hipotiroidismo. éste se desarrolla cuando la glándula tiroidea produce excesivas hormonas tiroideas, lo que hace que se acelere exageradamente el ritmo del metabolismo. El hipertiroidismo también se le conoce como la enfermedad de Graves-Basedow. Aparece con más frecuencia en mujeres jóvenes. Tiene una base autoinmune, lo que hace que la glándula produzca unos niveles hormonales anormalmente altos.


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Al igual que en el caso anterior, la forma en que influye en el cuerpo varía según la persona y cada síntoma puede aparecer dependiendo del grado de la enfermedad.

- Pérdida de peso.

- Nerviosismo.

- Latidos acelerados.

- Aumento en la sudoración.

- Sensación de calor.

- Cambios en los períodos menstruales.

- Evacuaciones intestinales más frecuentes.

- Temblores.

- En otros casos, puede aparecer fiebre, frecuencia cardíaca acelerada.

- En casos más severos, puede alterar la función cerebral: intranquilidad confusión, convulsiones y coma.

Para el diagnóstico de la afectación ocular en el hipertiroidismo se debe realizar:

- Comprobación de afectación corneal mediante lámpara de hendidura. Son frecuentes las queratitis (pequeñas inflamaciones corneales).

- Realización de TAC (escáner) o Resonancia Magnética de la órbita para conocer el grado de aumento de los músculos extra oculares y de la grasa que rodea.

- Valoración del nervio óptico para evaluar los daños, ya que, aunque afecta sólo al 5% de los pacientes con esta enfermedad, puede ser muy grave, ya que puede llevar a una disminución importante de la visión.

- Medición de la agudeza visual.

- Campimetría computarizada, para valorar cambios en su campo visual.

- Test de Isihara, para valorar la visión del color.

Oftalmopatía tiroidea u orbitopatía tiroidea

La oftalmopatía tiroidea (también conocida como orbitopatía tiroidea) es una afección de tipo inflamatorio que forma parte de las manifestaciones de la enfermedad de Graves. Esta enfermedad aparece en el 20% de los pacientes con hipertiroidismo. Se caracteriza por cambios en los tejidos blandos de la órbita (la órbita es el espacio óseo destinado a alojar el globo ocular y las estructuras que lo rodean). Generalmente es bilateral en la mayoría de los casos.

Síntomas y signos

Los síntomas oculares son generalmente leves o moderados y suelen aparecer de forma gradual y progresiva. De todas formas, muchos pacientes con hipertiroidismo de Graves nunca se quejan de cambios oculares.

Los síntomas más frecuentes son:

- Los primeros síntomas suelen ser molestias oculares tales como sensación de arenilla y lagrimeo, como consecuencia de la retracción de los párpados y el cierre incompleto de los párpados (llamado lagoftalmos).

- Los ojos se ven más prominentes (o “saltones”). Su nombre clínico es exoftalmos.

- Retracción de los párpados (párpados anormalmente abiertos), de forma que se llega a ver la esclera (la parte blanca de los ojos) entre el iris y los párpados.

- La retracción de los párpados dejan los ojos muy abiertos, dando lugar a una expresión de sorpresa o de susto.

- Presencia de una queratitis por exposición que no responde a tratamientos habituales. Suele agravar los síntomas de sensación de arenilla y puede añadir, además, picor o sensación de cuerpo extraño.

- En algunos casos puede aparecer diplopía (visión doble) o molestias con los movimientos oculares, como consecuencia de la inflamación de los músculos extra oculares. En algunas ocasiones provocan estrabismo, o la imposibilidad de mover los ojos en alguna dirección.

- En ocasiones puede aparecer un problema a consecuencia de la compresión sobre el nervio óptico (neuropatía óptica compresiva) que se debe de tratar de inmediato, ya que puede producir disminución de la agudeza visual por muerte de las fibras del nervio óptico (atrofia óptica).


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Fases de la orbitopatía tiroidea

La orbitopatía tiroidea cursa en dos fases que son relativamente independientes de la función tiroidea: una primera fase llamada “fase activa” de duración variable (seis meses a dos años) y otra segunda fase de “fase inactiva o fibrosis”. Durante la fase activa, puede haber cambios en los signos presentes, por lo que, de necesitar cirugía, siempre se debe esperar a la fase inactiva para poder intervenir.

Tratamiento

El tratamiento de la orbitopatía tiroidea dependerá fundamentalmente de la fase en que se encuentre la enfermedad y del nivel de afectación ocular que tenga el paciente.

- En el inicio de la enfermedad se aconsejan medidas de protección del ojo, como pueden ser gafas de sol, uso de lágrima artificial, y gel humectante por las noches. A veces conviene utilizar un antifaz para dormir para evitar la erosión de los ojos por exposición.

- En su fase activa se controla con corticoides, en casos más severos se hace necesaria también radioterapia;

- En algunos casos, si lo requiere, se puede recomendar cirugía de estrabismo que se practica siempre cuando se encuentra en su fase inactiva.

Cirugía

En el caso de los párpados y del exoftalmos, existen técnicas quirúrgicas para poder corregir los párpados o la posición del globo ocular. La cirugía correctora de párpados consiste en reajustarlos a su posición natural, liberando tejido cicatrizal, exceso de tejido graso y piel para mejorar la apariencia. Esta cirugía se realiza en forma ambulatoria y es bien aceptada por la mayoría de pacientes.


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